Vivero Quivolgo: la gran sala de maternidad vegetal del país

En sus 35 años de funcionamiento, esta instalación de Forestal Arauco, ubicada en Constitución, ha producido 500 millones de plantas de pino, eucalipto y especies nativas, algunas de éstas en peligro de extinción

A sólo 5 kilómetros al norte de Constitución, al otro lado del río Maule, se encuentra el vivero Quivolgo, de empresa Arauco. Con un terreno de 170 hectáreas y una producción anual de 30 millones de plantas (pino y eucalipto), esta instalación se empina como una de las más grandes no sólo del país, sino que toda Sudamérica.
En sus 35 años de funcionamiento, el vivero Quivolgo ha alcanzado la producción de 500 millones de plantas, siendo responsable de al menos un tercio de la producción chilena de pino y eucaliptus.
Rodolfo Calquín, Jefe de la Unidad de Genética y Vivero de Forestal Arauco, explica el proceso de producción que se lleva adelante en Quivolgo. “La producción de plantas en Quivolgo se realiza bajo propagación vegetativa. Esto quiere decir que se utilizan plantas madres como proveedoras de material vegetal, es decir, la mayor producción se obtienen a partir de púas y no de semillas. La planta madre se transforma en la progenitora de cientos de árboles o individuos que serán genéticamente exactamente iguales a ella”, señala, agregando que actualmente, el 80 por ciento de la producción son clones y la apuesta es llegar al 100 por ciento.

Vivero Quivolgo es administrado por Consultora de Bosques, con altos estándares de producción, medio ambiente y seguridad. La innovación y excelencia en la operación es permanente en este lugar. Precisamente, el gerente de la Consultora de Bosques, Luis Guerra, es quien da cuenta de los avances en el vivero.

“Se ha implementado tecnologías de última generación, amigables con el medio ambiente, como lo es la máquina Ellepot que produce plantas en contenedores de papel biodegradable. Además, se cuenta con un contenedor para plantas multiplicadas bajo propagación vegetativa, tecnología para controlar la temperatura, humedad relativa, luminosidad, en los 14 invernaderos. La información es enviada a un sistema computacional para mantener todo bajo observación constante y minuciosa”, explica.

ESPECIES NATIVAS
Pero no sólo la producción de pino y eucaliptus es preocupación para Arauco. Este vivero también cultiva 34 especies nativas como avellano, araucaria, quillay, maitén, maqui, peumo, boldo, queule, pitao y ruil. Las tres últimas están en peligro de extinción y el vivero ha logrado resultados interesantes en su cultivo.

Un caso especial en este tipo de cultivo es el Queule, árbol frutal localizado en las regiones del Maule y del Biobío. Tiene gran interés para los científicos, porque sólo existe en Chile y es monoespecífico, es decir, único en su tipo: no posee “parientes” en otras partes del mundo. También es Monumento Nacional desde 1995, lo que significa que no puede ser cortado o explotado, salvo claras excepciones establecidas en el Decreto Supremo Nº13 del Ministerio de Agricultura del mencionado año. En 2006, fue declarado en peligro de extinción.

Rodolfo Calquín afirma que en este contexto, “se buscó una fórmula para reproducir la especie en el menor tiempo posible. Se sabía que la germinación de la semilla demoraba 24 meses. En sólo 14 meses, la empresa logró un 42% de plantas germinadas: descubrieron que, para acelerar la germinación, había que perforar la semilla. Así, se han logrado obtener miles de ejemplares de Queule, como también de Pitao y Ruil”.

Las plantas nativas que se producen en el vivero tienen como destino el repoblamiento de Áreas de Alto Valor Ambiental y superficies devastadas por incendios forestales (quebradas y cursos de agua), así como también el aporte a instituciones como Corma y colegios, entre otras.
FACTOR MUJER
La mujer desempeña un rol clave en el vivero Quivolgo. En este lugar, trabajan 280 personas, de las que el 80 por ciento son mujeres. Gracias a su delicadeza y preocupación, ellas logran cuidar y dar vida a los cientos de plantas nativas y exóticas que crecen en este vivero.
En este contexto -indica Luis Guerra- la empresa tiene una serie de programas especiales para las mujeres y apoyarlas en sus etapas de desarrollo (maternidad, cuidado de la casa, entre otros) con Sernam; Senda; Cesfam y Minsal con su programa Lugar de Trabajo Promotor de la Salud.

RECUADRO

35° aniversario
Vivero Quivolgo acaba de conmemorar su 35° aniversario con un interesante programa de actividades que incluyó una feria de servicios, una charla motivacional y de experiencia de vida a cargo de Eli de Caso, ex rostro de televisión, y también en un adelanto dieciochero, una degustación de anticuchos y torta para celebrar.
En la ocasión, también se distinguió a la trabajadora Pilar Albornoz, por su perseverancia y compromiso. Ella sufrió un grave accidente vascular y hoy está de regreso en el trabajo y sacando adelante a sus hijos. Y en esta dura tarea no ha estado sola, ha contado especialmente con el apoyo de una compañera -Marta Cerpa- quien también fue reconocida por su loable labor. Amabas mujeres son un ejemplo de la riqueza que tienen como persona y que ofrecen diariamente en su trabajo en el vivero.

“Hemos dado vida a 500 millones de plantas en 35 años, lo que es muy importante, pero esto no se hace solo. Eso está asociado a cerca de 300 personas que laboran acá, que están comprometidas con el trabajo y que tienen historias de superación. Las plantas que despachamos desde acá llevan muchas cosas de la gente, llevan mucho valor de las personas que trabajan aquí”, señala Rodolfo Calquin.

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