Se trata de un nuevo proyecto musical apoyado por nuestra Universidad que beneficia en este caso a menores de una comuna rural.

Ilusionados y compartiendo emoción con sus padres, 32 niños y niñas, de cinco a ocho años, de la Escuela de San Rafael, recibieron los instrumentos musicales que aprenderán a interpretar para convertirse en integrantes de una nueva orquesta infantil.

El nacimiento de esta agrupación musical corresponde a un proyecto del mencionado establecimiento y el municipio de la comuna, apoyado por la Universidad de Talca, a través de su Escuela y su Conservatorio de Música, y respaldado por la Fundación de Orquestas, que proveyó los instrumentos: violines, violas y violoncellos. La entrega de éstos se realizó en un acto, que reunió a representantes de las mencionadas instituciones, a los futuros músicos y sus padres, que apreciaron en la Orquesta de la Fundación Ludovico Rutten lo que en un futuro no muy lejano serán capaces de interpretar.
Mientras José Concha se declaraba ansioso por aprender a tocar el violín, su madre, Ximena Figueroa, expresó el orgullo que significa esta oportunidad para sus familias. “Eso es fantástico y donde él vaya yo voy a estar allí”, dijo.
Por su parte, el director del Conservatorio de Música, Bosco Cárdenas, manifestó que el talento es importante pero no es lo único que importa. “Un niño que tiene las condiciones innatas para tocar un instrumento, si tiene una formación, un trabajo adecuado, se va a desarrollar de mejor manera”, argumentó.

En el mismo sentido, el director de la Orquesta Juvenil de la Universidad de Talca, Américo Giusti, recalcó el efecto que el aprendizaje de un instrumento musical y de conformar una orquesta tiene para el desarrollo integral de niños y jóvenes, aspecto que también recalcó el alcalde de San Rafael, Patricio Poblete. “Sabemos que a través de la música y la orquesta los niños se hacen más responsables, aprenden cualidades importantes para su desarrollo personal”, recalcó.

Aprovechando estas ventajas, la Escuela de San Rafael construyó el proyecto musical con el propósito de generar innovaciones pedagógicas “con cambios profundos y una mirada distinta”, según explicó su director, Miguel Ángel Moraga. “Ahora promovemos una pedagogía que se basa en las emociones y ahí juegan un rol determinante, las artes, la música y una visión distinta de la vida”. Liderazgo y trabajo en equipo son algunas de las condiciones que el director pretende conseguir y enfatizar con este tipo de experiencias.

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