Unidad y realismo político

Mucho hemos hablado de la palabra unidad estos días. Basta revisar cada declaración de dirigentes políticos de todos los sectores de la oposición para encontrar frases muy bien intencionadas pidiendo “la más amplia unidad posible”, “unidad por sobre nuestra diversidad”, “candidaturas únicas de la más amplia unidad” etc. Pero que vamos a entender por unidad? El concepto dice: propiedad que tienen las cosas de no poder dividirse ni fragmentarse sin alterarse o destruirse.

Hoy existen muchas oposiciones en Chile, cada una intentando perfilar sus ideas, principios, valores y por ende buscar los y las candidatas posibles que tengan aquellas características. Hoy están unidos el PDC y Ciudadanos, PR, PPD y PS en la convergencia progresista. El PC, PRO y FREVS en unidad para el cambio, el Frente Amplio, Chile Digno y otros más. Todos y cada uno intentan representar de mejor forma el Chile de hoy y sensibilizar con los problemas que a diario afectan a millones de chilenos.

Hemos retratado que la mayoría de los representantes de estos partidos en el congreso, han tenido últimamente una actuación favorable en torno a la unidad, para mejorar o proponer proyectos de ley que han ido en directo beneficio real del país. Ese debería ser el norte siempre en cada una de las acciones de quienes dicen representar a los chilenos de a pie, que además les han entregado su confianza a través del voto.

Pero en el nivel más regional y local, eso siempre será más dificultoso. Hay historias personales, prejuicios, pasadas de cuentas personales, amiguismo y acciones que muchas veces están lejos de las buenas intenciones de lo que manifiestan los que  dirigen los partidos y sería casi utópico pensar que una candidatura recogerá el mas irrestricto apoyo y lealtad total de cara a las elecciones venideras. Es ahí donde los partidos deben ajustar sus estrategias. La unidad no solo debe ser cupular e intentar llegar a la mayor adhesión militante, sino que propender a entender que la postura fijada por el partido nunca recogerá el 100% de sus adherentes y debe avanzar hacia el objetivo mayor.

A 7 meses de las elecciones de Gobernadores, aun no hay avance regional respecto a un hombre o mujer que pueda encarnar el sueño de dar un salto en serio para el Maule. Se escuchan algunos nombres (que ni siquiera lo ratifican ellos), que son interesantes en la medida que propongan un gran proyecto región que incluya todas sus potencialidades que siempre hemos creído necesarias. Educación, gastronomía y turismo, innovación y tecnología, medio ambiente, inversión en infraestructura pública, fomento productivo y ciencia y tecnología asoman como fundamentales. Ahí debe ponerse el acento y rapidez en los acuerdos para recorrer con ese mensaje cada rincón de nuestras 30 comunas. Creo que una mujer podría encarnar de una forma distinta esta mirada, dando frescura y vitalidad para una región aun dormida, pero llena de potencialidades.

A nivel local y mirando la capital regional, no bastan las buenas intenciones en secreto, sino que avanzar a la toma de decisiones en forma seria y rápida entre todos, es imperativo que las determinaciones de los representantes ciudadanos sean tomadas en los territorios y que los partidos sean facilitadores de ese proceso.

Los esfuerzos por la unidad, deben ser conducidos de cara a la ciudadanía, con realismo político, considerando siempre observar los liderazgos desde el plano de las ideas que muchas veces están más allá de la visión los partidos, una enorme cantidad de personas no votó en las últimas elecciones, no se siente convocada por las opciones clásicas ni participa en procesos de definición electoral.

Hay un mundo afuera que encantar, personas que miran con esperanza el futuro y la opción de la construcción de una nueva relación entre la política y la ciudadanía, personas que no necesariamente comprenden los tiempos y estrategias internas de los conglomerados, sino que esperan respuestas a las necesidades de sus problemas, pero con una mirada a largo plazo que no hipoteque los sueños de las futuras generaciones.  Allá hay que apuntar, sumar voluntades y acciones, escuchando atentamente e intentando  entender que muchas veces el desgaste por construir unidad en el papel, agota más que buscar el respaldo popular afuera.

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