Por: Claudio Montalva

Con estupor fuimos golpeados por un preocupante hecho ocurrido durante las fiestas del 18 de septiembre pasado en la Comuna de Talca, como fue el incendio que involucró y afectó a cuatro mediaguas habitadas por transexuales, quienes se encontraban viviendo en difíciles condiciones después de que el terremoto del 27 de febrero de 2010 los dejara en la calle destruyendo sus viviendas.

El asombro es aún más grande cuando esta noticia nos indica que no se trató de un incendio accidental, sino que se ha determinado que fue provocado por terceros, tal como lo señala el informe pericial de Bomberos de Talca, institución que con total claridad detalla que las causas son “la aplicación de un objeto incandescente no identificado en contacto con combustible liviano”.

Por lo anterior, vemos con total inquietud lo ocurrido, ya que claramente se trata de un atentado dirigido a personas que tienen una opción sexual distinta y que pudo haber terminado con daños mayores a los materiales de haberse encontrado habitadas estas mediaguas a la hora del incendio.

La sociedad chilena ha dado muestras importantes de madurez cultural, cívica, cultural y social, sin embargo, el atentar en contra de la vida de personas que piensan, sienten o actúan distinto nos parece un acto absolutamente repudiable y cobarde, ya que no es posible que se realicen actos de esta naturaleza en contra de una comunidad que ha luchado durante tanto tiempo y en forma incansable por la validación y reconocimiento de sus derechos.

Es por eso que urge la tramitación y aprobación de una Ley que regule y garantice los derechos ciudadanos de estas personas y de cualquier otra que se sienta agredida o amedrentada por tener una opinión u opción distinta, ya que ellos son tan ciudadanos como cualquiera de nosotros.

Resulta valorable la decisión de los Senadores Andrés Zaldívar y Ximena Rincón, el Consejero Regional Rodrigo Sepúlveda, con quienes no sólo concurrimos al lugar de los hechos para solidarizar con las afectadas, sino que también se han iniciado una serie de acciones para colaborar con las víctimas desde el punto de vista legal y social, que además contaron con la presencia de Pablo Simonetti, Presidente de la Fundación Iguales.

Finalmente, un llamado a los talquinos y a los chilenos a ser generosos y tolerantes con nuestros pares, a entender su situación, a ser más inclusivos en nuestras formas de pensar y actuar, pero por sobre todo rechazar cualquier acto de violencia con aquellos que simplemente piensan o actúan distinto.

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