Tips para poner freno a 3 problemas del intestino

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Echamos la vista abajo para hablar de esos asuntos internos, de los típicos problemas del sistema digestivo, que nos llevan de cabeza. Aquí tienes las claves para entenderlos y, lo más importante, para ponerles freno. ¡No seas tímida y toma nota!

Estreñimiento. Es el doble de frecuente en mujeres. ¿Cómo evitarlo? Adopta unos hábitos de vida saludables. Y si el problema no se resuelve en tres semanas, habrá que recurrir a los laxantes, previa prescripción por un especialista, que determinará el más adecuado. Los hay que aumentan el volumen de las heces; que estimulan los movimientos intestinales; y emolientes. Y para que todo haga efecto más rápido, te damos un truco para cuando estés en el trono: coloca un pequeño escalón bajo tus pies para que tus rodillas queden por encima de las caderas. ¡Funciona!

Distensión abdominal. El meteorismo (gas en el intestino) suele estar provocado porque comemos deprisa y elegimos alimentos que se fermentan en el intestino. Consúltalo con tu médico y, mientras, alíviate con este masaje diseñado por el Programa de Control del Intestino de Michigan (EE.UU.)

1. Boca arriba con las rodillas algo flexionadas, presiona con los dedos en el lado derecho de la pelvis y desliza suavemente hacia arriba. Después, mueve en horizontal hasta el lado izquierdo y luego hacia abajo hacia el hueso de la cadera. Por último, ve hacia el ombligo. Masajea con este patrón circular tres minutos.

2. Ahora, presionando un poco más fuerte, realiza pequeños círculos en el sentido de las agujas del reloj desde la cadera derecha a las costillas de ese lado. Pasa otro minuto masajeando con pequeños círculos el centro de la tripa y otro en el lado izquierdo. Por último, realiza los mismo movimientos de la pelvis hacia el ombligo.

Síndrome del intestino irritable (SII). Una sequía de días y, de repente, las puertas se abren. O estreñimiento de por vida o diarrea cada dos por tres. El SII se caracteriza por dolor abdominal, hinchazón y alteraciones del hábito intestinal. Mientras llega tu diagnóstico, un consejo: relájate. El estrés y las emociones irritan tanto el intestino como una mala alimentación.

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