Si me dan un beso de esos de verdad y me dicen “vamos”, corro

Besar es todo un arte, pero también tiene su propia ciencia. Se llama filematología, y las últimas investigaciones en esta disciplina revelan que intercambiar saliva nos ayuda a escoger la pareja más adecuada. Existen muchos tipos de besos, como el amoroso, de respeto, de saludo. El beso esquimal, como el de la bella durmiente, el beso de Judas y para el Kamasutra hay por lo menos 40 tipos de besos partiendo por el tántrico.

No es que vaya a ofrecer besos a todo quien los quiera, sino que me motivé con este tema al ver una muy buena escena de una pareja que con temor, ganas y miedo de volver a tentarse, se miran. Ella le pide que le suelte la mano, pero él insiste y así, toda la melodía va aumentando su volumen y poco a poco sus ojos se van cerrando al mismo tiempo que sus labios comienzan a humedecerse y lentamente abren la puerta a ese beso que, a pesar de saber que no es correcto, se mueren por darlo. Por sentirlo sólo para ti, entregado a tus deseos, demostrándote toda su hombría al “agarrarte” por la cintura cuál huaso a su yegua.

Suspirar se vuelve inevitable porque ese beso es esperado por todas, ¡lo apuesto! Si es como el príncipe azul, aunque nos hagamos las más incrédulas, por dentro todas lo esperan. Pero lo difícil es darlo. Sólo algunas pueden o han tenido ese privilegio.

Dar uno de esos besos apasionados que te desgarran hasta el último suspiro. Esos en los que apretas fuerte tus labios y lo tomas para que nunca te suelte. Esos besos que mientras lo das, piensas en todo lo que podría pasar y no quieres que terminen. Esos besos que quieres que suceda todo el tiempo, que no te importa nada, pero nada nada. Solo complacerte con ese beso. Si me lo dieran y me dicen “vamos lejos”, yo corro. Y sin dudarlo.

Lo mejor, es que al dar ese beso quemas calorías, un dato no menor. Con un beso de tres minutos puedes llegar a quemar 12 calorías. Activa la circulación sanguínea, te enfermas menos, te suben el ánimo y mejoras la autoestima.

Es como un beso prohibido, ansioso y baboso. Que no quieres que termine nunca porque cuando suceda, entonces no sabrás ni que decir. Lo mirarás esperando que no diga nada, ni una sola palabra. Te incomodarás quizás y querrás que vuelva a besarte antes que él insinúe alguna palabra. Porque sería lamentable que al final de ese fantástico momento te dijeran ¿te gustó? o lo que es peor, “me dejé llevar, perdón” Ohhhh lo mato!!!

Antes que salgas corriendo a dar un beso bien dado, dale “me gusta”

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