Sebastián Donoso: “Las Ues públicas crean capital intelectual importante en regiones”

Un análisis sobre el centralismo y los principales factores que mantienen la desigualdad en las regiones del país, realizó el director del Instituto de Investigación y Desarrollo Educacional (IIDE) de la Universidad de Talca, Sebastián Donoso. Su diagnóstico es parte de su reciente contribución al Programa de Cohesión Territorial para el Desarrollo, elaborado por el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), una iniciativa que generó propuestas en materia económica, social y contó con el apoyo de esa casa de estudios.

Entre los múltiples problemas que impiden alcanzar la descentralización, destacó la escasa conciencia ciudadana de esta realidad. “Aceptamos esta desigualdad como un fenómeno natural y no como el resultado de políticas centralistas que han omitido históricamente a las regiones”, expresó el académico.

Donoso, quien además es consultor del Banco Interamericano del Desarrollo (BID), sostuvo que en la gran inequidad de las condiciones de vida de los territorios —entre la capital y el resto del país— influye la dependencia centralista de las autoridades políticas sectoriales, que han sido nominadas desde Santiago para ser funcionales a esas políticas.
El director del IIDE cuestionó que el necesario impulso y financiamiento de las regiones esté a cargo de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere).
“Lo más increíble de todo es la Subdere. Esta entidad que debiera fomentar la descentralización depende del ministerio más central: el Ministerio del Interior. Además, como es subsecretaría, no posee atribuciones sobre los ministerios. Y la pregunta aquí es ¿la Subdere fue pensada para descentralizar la gestión pública realmente?”, expresó el investigador.

Herencia Burocrática

En opinión del académico —quien es evaluador de Proyectos Fondecyt— la gestión en las administraciones regionales evidencia carencias y requieren un mejor dominio de elementos técnicos y políticos. Por esta razón, dijo, los gobiernos regionales adolecen de atribuciones para tener un desempeño más eficiente y no disponen de recursos humanos y financieros para implementar en su justo alcance las estrategias de desarrollo local. Además, su relación con el gobierno central es asimétrica y no tienen la capacidad de negociar los proyectos políticos propios de la región, salvo excepciones.
“La contradicción entre centralismo y descentralización es patente. Y esto ha conducido a los gobiernos a reforzar su herencia burocrática. No existe plena claridad del objetivo político a conseguir. Se necesitan gerentes y especialistas públicos con un gran manejo del escenario político, de las variables determinantes y de las posibles soluciones a implementar”, dijo Donoso. Enfatizó que la legislación otorga escasas facultades relevantes y propias a los “gobiernos subnacionales”.

“Es muy poco probable que en el corto plazo dispongamos de los recursos necesarios para dar un salto cualitativo de desarrollo. Nuestra mejor opción está en lograr sinergia entre los gobiernos locales, entre sí, y el gobierno regional, como estrategia para aumentar la capacidad de desarrollo. Necesitamos una ciudadanía empoderada; en caso contrario. las visiones tienden a tecnocratizarse con los problemas de sustitución rápida, de una propuesta por otra, sin que se logre el desarrollo ansiado”, explicó el docente.

Asimetría de Poder

En cuanto a avances en los últimos años para disminuir las desigualdades territoriales, Donoso señaló que las políticas públicas para las regiones son iguales, por tanto se necesitan estrategias específicas. “Un ejemplo reciente, a raíz de los locales de votación inhabilitados, sólo el Servel central puede determinar nuevos locales. Es decir, queda en evidencia que este país ha sido pensado creyendo que sólo los del centro saben hacer bien las cosas, y que somos algo incapaces en regiones para regirnos a nosotros mismos. Aún en estos detalles nimios se aprecia este desprecio aceptado y asumido por nosotros”, indicó.

Sostuvo que “las universidades públicas regionales desde hace 30 años han formado recursos humanos calificados en diversas áreas y se ha creado un capital intelectual importante en regiones”, que se suma al trabajo y esfuerzo ciudadano.
Entre los factores que contribuyen a mantener el modelo centralista, destacó la cultura política atávica de los partidos políticos y la fuerte asimetría de poder que ostenta Santiago en todos los ámbitos. “Somos aún inmaduros para asumir nuestro propio designio, de ser los amos de nuestro futuro. En contraposición aceptamos que teniendo la opción de decidir, es mejor preguntar a Santiago. Las autoridades regionales responden a Santiago antes que a la región, si no, peligra su cargo. Ellos responden a su autoridad sectorial y no a la autoridad integrada regional”, afirmó.

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