SAG inició fiscalizaciones al transporte de uva

Con la finalidad de proteger y mantener el control de la plaga cuarentenaria Lobesia Botrana o polilla del racimo de la vid, el Servicio Agrícola y Ganadero del Maule, SAG, dio inició a las fiscalizaciones al transporte de uva de mesa, trabajo que se mantendrá hasta fines de abril con posibilidades de extenderse hasta los primeros días de mayo.

La actividad de control complementa las labores realizadas durante la temporada y la presente vendimia respecto a fiscalizaciones a los predios, bodegas y comercializadores de fruta fresca para consumo, entre otras labores.

La finalidad de los controles carreteros es fiscalizar que la uva y materiales de cosecha sean transportados con todas las medidas de resguardo según lo establecido por el Programa de Control Oficial Lobesia Botrana (PCOLB), para lo que todo transportista debe cumplir con ciertos requisitos.

Entre los principales requerimientos se encuentra -entre otros- la sanidad del medio de transporte y la presentación de la guía de despacho correspondiente, informando además si se trata de productos provenientes de algún área reglamentada.

En cuanto al control del transporte de uva de mesa, la fiscalización apunta a revisar la carga y verificar que las guías de despacho declaren correctamente qué tipo de uva se transporta, considerando la prohibición de mezcla de uvas viníferas y de mesa en la elaboración de vinos.

Hasta la fecha se han realizado 5 controles carreteros, registrando un total de 17 camiones de transporte de uva fiscalizados sin presentar mayores contingencias y cumpliendo con todas las medidas de resguardo establecidas de manera oficial por el SAG.

Plaga bajo control oficial

La polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana (Lepidoptera, Tortricidae) fue detectada por primera vez en nuestro país en la zona de Linderos, Región Metropolitana.

Es originaria de Europa y ataca a los viñedos provocando un daño directo a través de su larva quien se alimenta de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos de las viñas.

Debido al grave daño fitosanitario que este insecto produce al sector agrícola, el SAG la declaró como Plaga Cuarentenaria Bajo Control Oficial, a través de la Resolución N°2.109 del 24 de abril de 2008, modificada por las Resoluciones N°6.184 del 13 de octubre 2010 , N°476 del 29 de enero de 2009 y N°1.127/2012.
Con el fin de erradicar la plaga del país, el SAG implementó un Plan de Contingencia basado en una integración de medidas que considera la vigilancia, cuarentena, control de predios y control urbano.

El control oficial de plagas involucra todas las acciones que se ejercen para controlar, suprimir o erradicar una plaga cuarentenaria que esté presente en alguna zona del país, así como proteger las áreas libres.

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