Riqueza en Chile aumenta un 14,9%, pero el 10% más rico se reparte un 44% de este crecimiento

Esta semana se conocieron los resultados sobre la riqueza de los países, entregado por  Boston Consulting Group -BCG-, empresa que goza de una reputación muy sólida en sus análisis desde hace décadas, que en su estudio desglosa que la riqueza mundial ha crecido sistemáticamente en los últimos 4 años, según informaron medios de comunicación nacionales.

Actualmente Asia Pacífico es la región más rica en términos monetarios, seguido de América del Norte. En sexto lugar se encuentra América Latina, solo por sobre Europa de Este, aunque nuestro continente a nivel de tasas de crecimiento, presenta el más alto a nivel global (12%).

El Dr. Andrés Valenzuela, director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la U. Católica del Maule, explica por qué América Latina presenta altos índices de crecimiento: “Varios son los factores que explican esto: primero, políticas macroeconómicas relativamente estables y consistentes, que además generan las condiciones para invertir fuera de los países, lo que se conoce en lenguaje financiero como inversiones offshore”.

“El caso chileno es un poco distinto, pues la mayoría de las inversiones se hacen dentro del mismo país. Esto, sin lugar a duda, valida la gestión macroeconómica llevada durante años, la confianza, un bajo riesgo país entre otros, incluso no habría evidencia numérica aun de que la reforma tributaria impulsada en Chile deteriore estos resultados. De hecho este crecimiento se espera se mantenga al menos por los próximos 4 años”, señaló Valenzuela.

¿Qué significa este crecimiento?

Dentro de los resultados entregados por la -BCG-, se indica que la riqueza financiera de los hogares chilenos creció un 14,9%, pero qué significa esto.

El director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la U. Católica del Maule, comentó estas cifras: “Debemos tener cuidado con estos “macro números”, ya que representan promedios generales país. Ahora, si abrimos esas cifras, los resultados pueden no resultar tan inspiradores. El 90% se lleva poco más de la mitad y un 10% restante la otra mitad, evidenciando de esta forma la desigualdad existente y persistente en nuestro país, situación que no permite en absoluto estar felices con estas cifras”.

Por aquello Pablo Valenzuela propone que “más que fijarnos en el crecimiento, no perder de vista el “desarrollo económico”, que mide el aumento persistente del bienestar de la población, en cambio, el crecimiento económico, solo mide la capacidad de un país de producir cada vez más, independientemente si esto produce mayor bienestar para todos, o solo para algunos”.

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