Rescate de cepas e innovación en productos: las nuevas apuestas en la industria del vino

El primer espumante de cepa País y la caracterización del Carignan son algunas de las innovaciones que desde la Universidad de Talca se están realizando para contribuir al crecimiento del a industria vitivinícola.

Con un 44% de la producción de vinos del país, el Maule es la región más rica en mostos y cuña tradición vitivinícola se originó hace más de 400 años, de hecho, actualmente tiene más de 30 mil viñedos, algo que le da valido fama a nivel nacional e internacional.

Debido al potencial que tiene la zona, la investigación ha sido imprescindible para el desarrollo de esa industria. Desde el Centro Tecnológico de la Vid y el Vino (Ctvv) de la Universidad de Talca, se ha trabajado para el desarrollo de varios productos.

Uno de sus logros más destacados es el rescate, gracias a un trabajo colaborativo, la cepa País. En conjunto con la Viña Miguel Torres produjeron el Estelado Rosé. Yerko Moreno, director del Ctvv explicó que “la gracia de este es ser el primer espumante hecho con la cepa País que, hasta la fecha, no se había utilizado para hacer espumantes y en realidad dio el punto de partida, aparte de hacer un producto nuevo, al renacer de la cepa País”.

El desarrollo del espumante, detalló Moreno, se dio a través de un proyecto de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y se podría decir que marcó un hito pues fue pionero y sirvió para que pequeños productores volviera a usar la cepa para hacer vino

Un Sauvignon Blanc es otra de los productos elaborados, esta vez proveniente del valle de Leyda. “Surge gracias a uno de los primeros proyectos de innovación que hicimos nosotros como Centro donde importamos materiales seleccionados de Francia y con un segundo proyecto Fondef de evaluación post injertos. El vino viene de esos viñeros que se hicieron con parte de los materiales que trajimos y que, en ese momento, no existían en Chile y que también dieron un vuelvo al trabajo que se está haciendo hoy día con plantas injertadas y con clones”, expresó Moreno.

“La Universidad de Talca marcó la pauta en cuanto a la importancia de usar clones y post injertos y hoy todo el mundo reconoce nuestro liderazgo”, añadió.

No solo la cepa País o la tradicional Sauvignon Blanc han sido objeto de investigación por parte del Centro. Con el Carignan, actualmente buscan caracterizar el terroir, es decir, la tierra en la que se produce esta cepa en el Maule.

Moreno explicó que “la Universidad acaba de terminar un proyecto que va a permitir entender más porqué este vino tiene las características que tiene que, al igual que la cepa País se introdujo a Chile luego de un terremoto en los años 40 o 50 y se plantó en viñedos pequeños del Maule en el sector de Cauquenes, con la idea de producir vinos de gran calidad y no resultó y no se siguió cultivando la cepa hasta que un par de enólogos, hace unos 8 o 10 años, decidieron retomar el cultivo y les dio resultado. Reunieron a los productores en lo que se llama Vigno de Carignan que funcionan”.

CULTURA
Pese a que Chile es el cuarto exportador mundial de vino y el décimo productor, el consumo per cápita es del orden de 14 litros al año, cifras muy bajas comparadas con otros países como Argentina donde se alcanzan 32 litros. A nivel europeo el consumo está entre los 30 y los 50 litros.

Para Rodrigo Moisan, gerente del Centro Tecnológico de la Vid y el Vino, la población maulina debe valorar el producto vitivinícola de alta calidad que se surge en la zona. Indicó que “quienes viven en donde se hace vitivinicultura en Chile, asociado al Valle Central, donde el fuerte está en el Maule que tiene un 44% de la superficie plantada en Chile; no tienen un conocimiento acabado de este fenómeno, en el sentido de saber que la industria del vino, es una industria importante en esta región y en Chile”.
Es por ello que el Centro realiza actividades abiertas al a comunidad para que las personas conozcan y valoren los vinos que se producen en el Maule.

“En definitiva, tiene que ver con la historia de Chile. La vitivinicultura se desarrolló desde que llegaron los conquistadores españoles y es una actividad económica importante desde esa época. El Maule llegó a ser la región con las mayores plantaciones de vid alrededor de 1950, entonces somos una región protagonista y creemos que la gente no está empoderada al respecto”, puntualizó Moisan.

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