Siempre he dicho que soy un hincha adoptado de Rangers de Talca; cuando tenía 12 años un tío me llevo a ver un partido de Rangers con un equipo de Santiago y desde ese día nunca más deje de ver la vida en rojinegro. Si bien mi asistencia al glorioso fiscal se veía truncada por el precio de las entradas, no tan caras como las de hoy claro, o las veces que no me podía escapar para ir al estadio. Seguí campañas con asistencia de local casi completas, como la del 97 junto a un primo, la del 99 gracias a las entradas que los dirigentes nos entregaban en el liceo, también la del 2002 y desde el 2007 en adelante que no he dejado de asistir a los partidos de la R. He conocido grandes amigos, me he peleado, he viajado siguiendo los colores rojo y negro.
Quise comenzar con mi historia como rangerino; ya que cuando en agosto 2010, luego del doloso y penoso descenso de 2009, la quiebra y los fallidos intentos de remate del club, escuché en la sala de espera de un hospital en San Javier que una sociedad formada por un par de hermanos Argentinos se habían adjudicado el club, creí (ingenuamente) que ellos serian rangerinos adoptados como yo. Quienes conocemos la historia reciente del club sabemos que no ha sido así, los proyectos de fortalecer la cantera y situar a Rangers en el podio que merece en la ciudad, se ha visto truncada por una labilidad de rendimiento futbolístico, a mi parecer, a causa de las transacciones de jugadores quienes son comprados con el único fin de luego ser vendidos a un mayor precio. Es así que a su favor ROJINEGRO SADP tiene el ascenso el año 2011 y el play off de 2012 gracias a crack como Milton Caraglio, Titi Milla, Cristian Maidana los que han brillado vistiendo la rossonera y que han sido rápidamente trasferidos a otros clubes, pero en contra a eternas promesas como Germán Lessman, Martin Gianfelice, Patricio Pérez, Gabriel Roth, Gino Clara, Exequiel D’angelo cuyos nombres han naufragado en el anonimato futbolístico al partir de la institución.
No es mi afán enlodar el cometido de los Hermanos Pini; sin embargo la renuncia de un referente del proceso como Javier Capelli y a la paupérrima gestión en la contratación de nuevos refuerzos para el torneo 2013- 2014 generan la desconfianza y desazón de una hinchada cansada de sentirse excluida del nuevo Rangers S.A.
Cuando comencé a escribir esta columna pretendía hacerlo sobre la triangulación de jugadores que investiga el fisco argentino y que, según los medios regionales, “salpicó” a Rangers debido a las inscripciones de Cristian Chávez y Carlos Alberto Álvarez al Nápoles y al Valenciennes Football Club del torneo francés respectivamente; sin embargo se me hizo imposible no hacer un resumen de este fluctuante proceso.
Mi compromiso con los colores, a pesar de las dificultades, siempre ha estado y estará; el miedo que me aqueja es una desafiliación por malas prácticas económicas o que finalmente MI AMADO RANGERS se trasforme en un equipo trampolín de eternas promesas futbolísticas que catapulten o sepulten futbolistas, llenen de dinero las arcas de la S.A. O sea como le dije a Pini cuando me bloqueo en twitter, Mi pasión convertida en su negocio.