Por: Claudio Montalva Avendaño, Secretario Distrital Talca.

Cuando en el mes de enero del año 2000 el Presidente de la República Ricardo Lagos Escobar, firmó el primer Instructivo Presidencial sobre Participación Ciudadana, dio por iniciado un procedo altamente sentido y reclamado por la chilenos y chilenas, que durante años habían pedido que sus opiniones fueran incorporadas al momento de realizar la toma de decisiones por parte de los organismos públicos del país, y de ese modo evitar que los grandes temas fueran resueltos sólo por grupos de personas sentados en oficinas del nivel central.

De esa fecha hasta hoy han ocurrido grandes cambios en la sociedad chilena, y se ha validado, no sin contratiempos, esta forma de pensar las políticas públicas, en las cuales los beneficiarios finales son incorporados a través de diversos mecanismos y momentos para ser consultados en las diferentes etapas de los proyectos.

Hoy vemos un proyecto naturalmente emblemático para la ciudad de Talca, como lo es la Circunvalación Sur, el cual vio sus primeros movimientos a principios de este siglo, y que tuvo muchas dificultades para avanzar y salir a la luz, a través del cual se pretende descongestionar el tránsito y dar un ordenamiento vial acorde a las nuevas características de la ciudad.

Sin embargo, al momento de ser diseñado originalmente no contemplaba muchas de las nuevas características que hoy tiene la ciudad, por ejemplo, al aumento considerable del parque automotriz, el cual ha crecido considerablemente en los últimos años; pero tampoco consideraba la progresiva construcción de viviendas en la ciudad, las cuales hoy no sólo llegan gasta el límite con la Comuna de Maule, sino que han sobrepasado cualquier idea originalmente pensada.

Esta situación ha obligado a repensar este proyecto, y fue así como en el mes de marzo de este año se abrió un nuevo proceso participativo para analizar las condiciones actuales del proyecto y evaluar todo el impacto ambiental que provocará con el nuevo diseño y el proceso de construcción de las obras. Aquí intervinieron dos servicios públicos relevantes en el proceso la Seremi de Obras Públicas (mandante y financista de las obras) y el Servicio de Evaluación Ambiental, quienes abrieron un proceso para recepcionar todas las opiniones de los ciudadanos que se verán afectados en lo inmediato con este proyecto, fue así como se realizaron charlas de información y diálogo con las juntas de vecinos y otras organizaciones sociales de los sectores involucrados.

Y aquí comenzó el proceso clave de la discusión y el eje central de lo que las personas entienden por participación ciudadana, la Presidenta de la Junta de Vecinos N° 30 La Florida, María Teresa Hernández, preocupada por el tema decidió convocar a un grupo de vecinos para conformar una comisión técnica para analizar el proyecto, invitando a otras personas para contar con mayores antecedentes y perspectivas, tales como el Senador Andrés Zaldívar y al Presidente del Colegio de Arquitectos de Talca, José Luís Guajardo.

Después de un poco más de un mes de trabajo se entregó una contrapropuesta del proyecto, que incluye temas tan relevantes como la mantención del Parque de La Florida con algunas reducciones obviamente producto de el ensanchamiento en algunos tramos de la vía de circulación vehicular; el traslado de las canchas existentes en el sector; la reubicación de la ciclovía que permitirá el tránsito seguro de los ciclistas y las familias que circulan los fines de semana; la conservación y reposición arbórea; y diversas medidas de mitigación que se realizarán durante el desarrollo de las obras.

Sin embargo, los vecinos fueron más allá y tuvieron la visión de analizar el eje donde confluirán varias avenidas como Carlos Shoor, la avenida que va hacia la Alameda y posteriormente al Circunvalación Sur y la nueva avenida, detectando que se produciría un nudo de congestión vehicular de proporciones, ante ello comenzaron nuevamente la cruzada de reunirse nuevamente con el Senador Zaldívar y el Seremi de Transportes para plantear este inconveniente, ante lo cual el Senador solicitó una reunión urgente con el Intendente, los Seremis de Transportes y Obras Públicas y los dirigentes sociales.

Ante tan obvios hechos, el Intendente comprometió de forma inmediata los recursos que sean necesarios para desarrollar un estudio que permita identificar una solución a este problema, y que se incorpore al proyecto el presupuesto necesario para evitar darle una integralidad a la obra, ya que no resulta comprensible hacer una obra de esta magnitud que involucra cifras cercanas a los 14.000 millones de pesos, para que al momento de su inauguración quede colapsada y haya que romper parte de ella para hacerla de nuevo.

Este este es sin duda el mejor ejemplo del desarrollo de una Política de Participación Ciudadana efectiva, del compromiso de los vecinos y dirigentes sociales por buscar las mejores condiciones para la implementación de proyectos, del concurso de las autoridades políticas para evaluar situaciones complejas y buscar soluciones, pero por sobre todo de personas comprometidas con el desarrollo de la ciudad de Talca, incansables luchadores voluntarios dispuestos para entregar su tiempo y recursos en pos de las mejores condiciones de nuestra ciudad.

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