Prevención del cáncer y fortalecimiento del sistema inmune: los múltiples beneficios de la lactancia materna

La Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Chile en 1990, explicita que la lactancia materna es un derecho y una necesidad “biológica y emocional irrenunciable”. ¿Por qué es tan relevante? ¿Cuáles son sus beneficios?

La matrona y académica de la Escuela de Obstetricia de la Universidad de Talca, Pilar García Moya, quien explica que “su importancia radica en que tiene efectos y beneficios positivos tanto para la madre como su hijo. Además, es un acto trascendente y no hay nada más humano que alimentar a su hijo, promoviendo una íntima comunicación afectiva, intensa, profunda y complaciente entre la madre y su hijo. No solo nutre solo su organismo, sino que, además, nutre su espíritu”.

Respecto de los beneficios de amamantar a los bebés, la profesional diferencia las ventajas para el niño y para la madre. “El pequeño se protege de enfermedades infecciosas fortaleciendo su sistema inmune y disminuyendo las alergias, por otro lado, recibe una alimentación acorde a su necesidad, desarrollo y requerimientos, previniendo la obesidad y la desnutrición, además de mejorar el desarrollo intelectual y motor del niño y lo que es muy importante, da un sentimiento de confianza y seguridad generado por el contacto piel a piel con su madre”.

Desde el punto de vista de la madre, evita hemorragias después del parto, contribuye a recuperar su peso normal más rápidamente, disminuye el riesgo de cáncer mamario y de ovarios. También fortalece el vínculo afectivo con el hijo. “La lactancia materna es un proceso único que proporciona la alimentación ideal para el niño, la cual contribuye a su crecimiento y óptimo desarrollo integral. A través de ella se establece un vínculo afectivo y único y especial entre la madre y su hijo”, agrega Pilar García.

La lactancia natural es el mejor modo de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la recomienda como modo exclusivo de alimentación durante los 6 primeros meses de vida; a partir de entonces se recomienda seguir con la lactancia materna complementaria hasta los 2 años, como mínimo.

La experta indica que “siempre está disponible y a temperatura adecuada y se puede dar en cualquier lugar. Es gratis, por lo que permite ahorrar dinero, es insustituible y se adecua a la necesidad del niño, a su edad, madurez gestacional, horario, clima. Puede ser exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y el contacto piel a piel con su madre y la compañía del padre durante el amamantamiento, apoyan al niño o niña en el logro de una relación afectiva más segura, estrechando lazos de cariño y de apego”.​

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