Pescadores de orilla vuelven al mar o se reconvierten

La Directora Regional del FOSIS, María Claudia Jorquera Coria, encabezó en esta ciudad la entrega de las primeras 135 de un total de 341 certificaciones del Programa de Emergencia para Pescadores Artesanales Pesca I y Pesca II, destinado a apoyar la recuperación de la actividad productiva de aquéllas personas que figuran en el Registro Pesquero Artesanal como recolectores de orilla, algueros o buzos apnea (buceo libre o a pulmón) y que resultaron damnificados en su actividad económica en el terremoto y tsunami de febrero.

Esta iniciativa se realizó en las comunas de Vichuquén, Licantén, Curepto, Constitución, Chanco y Pelluhue. Las personas beneficiadas con el programa Pesca I, recibieron un subsidio de hasta $200 mil para recuperación y reemprendimiento, orientado a la compra de bienes y servicios destinados a recuperar la actividad económica. En este sentido, pescadores pudieron adquirir anzuelos, redes, cordeles y artefactos para conservación.

En el caso del programa Pesca II, los recursos aportados por el FOSIS permitieron la reconversión de la actividad pesquera artesanal, también con la adquisición de bienes y servicios. Así, hay personas que hoy se dedican a trabajos de costuras, amasandería, confección de cortinajes, entre otros.

En total, el FOSIS invirtió en la Región del Maule cerca de $90 millones de pesos para ambas modalidades.

La primera entrega de certificados se realizó en un céntrico local de eventos de esta ciudad-balneario. María Claudia Jorquera, junto con felicitar a los usuarios/as por el logro obtenido con estos programas, los llamó a sentirse orgullosos de su actividad “porque son parte importante de la economía regional”. Asimismo, los instó a hacer un buen uso de los implementos adquiridos “porque fueron comprados con recursos de todos los chilenos y atentaría contra la superación de la pobreza en nuestro país”.

TESTIMONIOS

Patricia Rey Flores, dirigente del sindicato de pescadores “San Pedro” (85 socios), recordó que el maremoto fue terrible para sus asociados. “Pero ahora estamos mejores con la ayuda que hemos recibido, especialmente del FOSIS, y así tenemos personas que están haciendo otras cosas, dejaron la pesca, y se encuentran felices con lo que han conseguido”.

Lo mismo opinó Alejandra Cáceres. Antes trabajaba vendiendo pescados y mariscos y el tsunami le llevó todo. “Ahora, con la ayuda del FOSIS, me compré una máquina de coser y trabajo en costuras y hago manteles, cortinas, cosas de baño. Me ha ido bien y esto me gusta más de lo que hacía antes y no me ensucio tanto las manos…Espero conseguir otros proyectos para seguir emprendiendo”, manifestó.

Morelia Contardo González se desempeñaba como auxiliar de caleta en el puerto de Maguellines. “Toda mi vida me dediqué a eso, pero después del maremoto me dio miedo de volver al mar y por eso postulé a este proyecto del FOSIS y ahora me dedico a otra cosa: hago queques y pan y me ha ido bien; estoy más contenta y tranquila”.

José Domingo Jara tiene una extensa familia de siete integrantes, todos dedicados al trabajo pesquero artesanal. Él lleva 50 años trabajando en el mar y perdió todo en el tsunami. Con el apoyo del FOSIS adquirió nuevos materiales, como redes, cordeles, telas e hilo. “Voy a seguir trabajando en el mar, porque es la pega nuestra y hay que seguir hasta el final no más”, relató.

Las demás certificaciones de los programas Pesca I y Pesca II se realizaron el martes 28 en Pelluhue (81) y el miércoles 29 en Iloca (125).

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