Pequeños productores conocieron beneficios de frutos silvestres

Desde el laboratorio al entorno productivo podrían denominarse las jornadas de difusión del equipo de trabajo que dirige el profesor Guillermo Schmeda, del Instituto de Química de los Recursos Naturales de la Universidad de Talca, en torno a las propiedades de algunos frutos silvestres que son beneficiosas para la salud humana.
Se trató de reuniones con recolectores y pequeños productores nortinos a quienes les dieron a conocer resultados del avance que alcanza el proyecto Fondecyt, cuyo foco es el estudio de los compuestos bioactivos de frutos como el copao, chañar y algarrobo.
Artículos sobre estos hallazgos ya se han publicado en revistas científicas de alta connotación, en el caso de la algarrobina y más recientemente el del copao. “De especial importancia resultó el estudio de este fruto, proveniente de un cactus, por su efecto en la salud como antioxidante y otras propiedades, sin que se descubriera algún grado de toxicidad”, dijo el profesor Schmeda. También hubo información sobre los arropes de algarrobina, derivada del algarrobo, que se usa generalmente en postres, a diferencia del copao, que se prepara como sour en la coctelería.
Una de las jornadas de difusión se realizó en La Serena y estuvo dirigida a recolectores y pequeños productores que procesan los frutos y también a académicos de la Región de Coquimbo y a investigadores del INIA y profesionales de CONAF. Dos días después se hizo una segunda exposición de resultados para integrantes de la cooperativa de productores Villa San Juan de Ovalle. “Fue una experiencia muy rica que partió desde la ciencia básica hasta la relación con las personas que recolectan, procesan y venden productos, lo que además tiene un efecto sobre la calidad de vida”, comentó.
“Estas actividades sirvieron también para mostrar que la Universidad de Talca está realizando un trabajo que tiene ese objetivo y la gente se mostró sorprendida de que estos estudios los desarrolle una universidad de la zona centro sur del país”, acotó.
El académico dijo que los asistentes se mostraron interesados en la información disponible y agradecieron que les entregaran los resultados del avance de la investigación. Además, destacó que los frutos estudiados se recolectaron en los lugares representativos de donde los extraen para su comercialización.
Resaltó asimismo la oportunidad de conocer la grave situación de sequía que afecta al norte. A su juicio, en esta condición extrema las plantas nativas son las únicas que están sobreviviendo.
Otro fruto silvestre en estudio como parte del mismo proyecto es la frambuesa chilena o miñe miñe, que es posible encontrar en lugares apartados y bajo la sombra de árboles, en una zona que se extiende aproximadamente desde Vilches Alto a Tierra del Fuego. En febrero último, el estudiante del Doctorado en Ciencias Mención Investigación y Desarrollo de Productos Bioactivos, Felipe Jiménez, y el propio profesor Schmeda, dedicaron tiempo a la colecta de este fruto, en lugares como la cuesta Las Raíces, cerca de Lonquimay, en la Región de la Araucanía.

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