OMS incluye el desgaste profesional en su lista de enfermedades

El desgaste profesional, conocido como “burnout”, fue incorporado en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se utiliza para establecer tendencias y estadísticas sanitarias. La lista, confeccionada por la OMS, se basa en las conclusiones de expertos médicos de todo el mundo.

Fue adoptada por los Estados miembros de la OMS, reunidos desde el 20 de mayo en Ginebra en el marco de la Asamblea Mundial de la organización. “Es la primera vez” que el desgaste profesional entra en la clasificación, anunció el lunes un portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.

La Clasificación de Enfermedades de la OMS proporciona un lenguaje común que facilita el intercambio de informaciones sanitarias entre los profesionales de la salud de todo el mundo. El desgaste profesional, que fue incorporado a la sección de “problemas asociados” al empleo o al desempleo, llevará el código QD85.

Fue descrito como “un síndrome […] resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito” y que se caracteriza por tres elementos: “una sensación de agotamiento”, “cinismo o sentimientos negativos relacionados con su trabajo” y una “eficacia profesional reducida”.

El registro de la OMS precisa que el desgaste profesional “se refiere específicamente a fenómenos relativos al contexto profesional y no debe utilizarse para describir experiencias en otros ámbitos de la vida”. La nueva clasificación, llamada CIP-11, publicada el año pasado, fue adoptada durante la edición de este año de la Asamblea Mundial, la número 72, y entrará en vigor el 1 de enero de 2022, consigna Emol.

Causas, consecuencias y cómo manejar el síndrome

Según la Clínica Mayo, el síndrome de desgaste profesional o de agotamiento laboral tiene varias posibles causas. Algunas de ellas son:

– Falta de control: imposibilidad de influir en las decisiones que afectan tu trabajo (horarios, tareas, etc.). También la falta de recursos para llevarlo a cabo.

– Expectativas laborales poco claras: dudas respecto al grado de autoridad o lo que los otros esperan de ti.

– Dinámica disfuncional: eres víctima de acoso, te sientes desautorizado por tus colegas o tu jefe interfiere innecesariamente en tu trabajo.

– Extremos de actividad: trabajos monótonos o caóticos, que requieren de energía constante para mantener la concentración.

– Falta de apoyo social: aislamiento tanto laboral como personal.

– Desequilibrio entre el trabajo y la vida privada: dedicas más tiempo y esfuerzo a la oficina que a tu familia y amigos. Estrés excesivo, fatiga, insomnio; tristeza, enojo o irritabilidad, vulnerabilidad a las enfermedades y presión arterial alta son algunas de las consecuencias del desgaste profesional.

 

¿Cómo manejarlo?

La Clínica Mayo propone:

– Evaluar opciones: hablar de tus preocupaciones con tu superior, establecer metas para lo que debes hacer y lo que puedes esperar.

– Busca apoyo: puedes encontrarlo en tus compañeros de trabajo, en amigos o en familiares, quienes pueden ayudarte a sobrellevar la situación.

– Realiza una actividad relajante: el yoga, la meditación o el tai chi pueden serte útiles.

– Has ejercicio: la actividad física regular ayuda a lidiar con el estrés y a desconectar tu mente del trabajo.

– Duerme: el sueño restaura el bienestar y protege la salud.

– Conciencia plena: concéntrate en el flujo de la respiración, para ser consciente de lo que percibes y sientes en cada momento. Lo más importante, según la Clínica Mayo, es “evitar que un trabajo exigente o poco gratificante socave tu salud”.

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