Municipio de Licantén Reconoció trabajo de evangélicos en celebración de su Día

La Municipalidad de Licantén no estuvo al margen de la celebración del Día del Evangélico, que de acuerdo a la promulgación de la ley, es los días 31 de octubre de cada año, como Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes.

“La declaración de este día es una forma de reconocimiento al aporte que realiza la Iglesia evangélica al progreso nacional en todos los campos, a su prédica de valores que enriquecen nuestra convivencia y afianzan la cultura de la tolerancia y respeto”, dijo el alcalde de Licantén, Héctor Quiero, agregando que, “la fecha escogida es significativa para las iglesias evangélicas y protestantes, ya que el 31 de octubre de 1517 Martín Lutero escribió sus 95 tesis, clavando el escrito en las puertas de la iglesia del castillo Wittenberg, hecho que marcó el inicio del proceso de conformación de los credos protestantes y evangélicos”.

Cabe hacer presente que –enfatizó que, “la normativa representa un nuevo avance en la consolidación de una cultura de respeto e igualdad, efectiva de todas las confesiones religiosas, y está en la línea de la Ley de Cultos promulgada en 1997. También, reafirma el espíritu ecuménico y la colaboración entre los credos en Chile y refuerza las acciones emprendidas para asegurar la igualdad y libertad de cultos en los hospitales públicos y centros carcelarios, el establecimiento de los capellanes evangélicos en las Fuerzas Armadas”.

La autoridad comunal, dijo que según el último censo, 70 por ciento de la población profesa la religión católica, mientras que 16 por ciento es evangélico o protestante y 8,3 por ciento se declaró sin religión, ateo o agnóstico y otras religiones son practicadas por 4,4 por ciento.

Finalmente, el jefe comunal, señaló que hizo un reconocimiento a los evangélicos y protestantes de la comuna, representados por los pastores: Julio Gálmez, Luis Hernández, Alamiro Céspedes y Clemente Henríquez, entre otros, por el apoyo incondicional que realizaron a esta autoridad, al municipio y a la comunidad, posterior a la catástrofe del 27 de febrero del 2010, de manera desinteresada y con un alto espíritu de solidaridad”.

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