Paula Retamal Urrutia, Secretaria regional Ministerial Servicio Nacional de la Mujer
Una vez más agradecemos esta oportunidad para entregar una visión distinta de visibilizar la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres incorporando en la agenda pública las problemáticas que afectan a la mujer y a la familia.
Pero, permítanme antes agradecer a los jefes comunales y alcaldesas de nuestra región que han creído en SERNAM para que 2.380 mujeres trabajadoras y jefa de hogar de 20 comunas, logren incorporarse en mejores condiciones al mercado laboral. Nuestro trabajo está abocado en parte en disminuir las principales barreras de acceso al trabajo que las afectan, a través del mejoramiento de la empleabilidad y emprendimiento.
Ellas son mujeres urbanas y mujeres rurales, jefas de hogar y trabajadoras activas entre 18 y 65 años, pertenecientes a los Quintiles I, (egresadas de Chilesolidario), II y III, con cargas bajo su responsabilidad y con residencia en la comuna donde se ejecuta el programa “Mujer, Trabajo y Jefa de Hogar”, del Servicio Nacional de la Mujer.
Pero esta buena noticia se trastoca con una historia donde a la mujer no se le ha facilitado el acceso al trabajo remunerado, creyendo que su espacio estaba sólo en el cuidado del hogar y en un rol reproductivo
Con el desarrollo de las sociedades, las mujeres se educaron, se capacitaron y demandaron trabajar como un derecho, derecho que actualmente es reconocido, pero, como sabemos, las mujeres tienen serias barreras para acceder al mercado laboral, barreras que muchas veces son de índole familiar o de discriminación.
El Sernam durante años asumió la tarea de vencer estas prácticas discriminatorias, prácticas que se dan con mayor frecuencia en mujeres trabajadoras más vulnerables, promoviendo leyes como la igualdad de remuneraciones para hombres y mujeres, sanción penal al acoso sexual, el fuero maternal, permiso de amamantamiento y otros.
Realizando un breve diagnóstico de la situación de las mujeres en nuestra región, podemos señalar que existen áreas en donde se observan diferencias entre hombres y mujeres y en las cuales es necesario avanzar, como por ejemplo el acceso de las mujeres a un trabajo y a un salario justo en relación a los hombres; que ante igual trabajo o función desempeñada reciban 100% sus sueldos y no como hoy, que una mujer recibe en promedio un 30% menos de ingresos, esto quiere decir que por cada 1000 pesos que recibe un hombre, una mujer recibe solo 700 pesos.
La mujer presenta una menor inserción laboral que el hombre, A nivel país la tasa de ocupación de las mujeres alcanza un 42.7%, a nivel de la región es un 34 %, es decir, estamos bajo la media nacional, las remuneraciones no sólo son diferentes para hombres y mujeres, también tenemos en la región diferencias por territorio.
De acuerdo a cifras de estudios de la Universidad de Talca y del Departamento de estudios de Sernam, la participación laboral de las mujeres en las provincias es la siguiente:
– Provincia de Curicó 40,6% (mujeres) en cambio la de los hombres es 72.8%.
– Provincia de Talca 34.1 % participación femenina y la de los hombres 73.9 %.
– Comunas de Empedrado Curepto y Constitución 29.3% (mujeres) y la de los hombres 68.7%.
– Comunas de Linares, San Javier, Villa Alegre, Colbún Yerbas Buenas la participación laboral de
las mujeres es 39.7 % , en cambio la de los hombres es 72.7 %
– En la provincia de Cauquenes la participación laboral de las mujeres es 34.1% y los hombres 68%
Necesitamos entonces, avanzar en superar la pobreza que hoy tiene “rostro de mujer”, porque no hay un verdadero acceso en igualdad de oportunidades a los bienes económicos y a la administración de esos bienes por parte de las mujeres.
Cobra validez entonces, las palabras del Presidente de la República, Sebastián Piñera, al señalar en varios de sus discursos que “hablar de oportunidades exige necesariamente crear buenos empleos y con sueldos justos. En los últimos años, cientos de miles de chilenos vivieron la angustia de no tener trabajo. Por eso, era necesario fijarnos una meta extraordinariamente ambiciosa. Crear un millón de empleos en el período 2010-2014”.
Necesitamos más y mejores oportunidades para las mujeres y no vamos a descansar en generar todas las instancias que permitan derribar las barreras que aún existen para que las mujeres puedan desarrollarse y con ello contribuir al desarrollo de nuestro país y nuestra región.