Los peligros del sol

La piel seca, inflamada o quemada es mucho muy frecuente en esta época del año. Recién comienza la temporada de piscina y playa, y se nos olvida que hemos pasado meses sin exponer nuestra piel al sol y que los cuidados habituales de la época estival deben doblarse al comienzo. “Los niños son los que más se exponen, porque juegan afuera incluso en el colegio, por lo que los padres no pueden ignorar lo mal que les hace el sol directo o a nosotros las áreas más expuestas como los hombros que son los primeros que sufren las consecuencias del sol directo”, explica Patricia Iconomov.

Las consecuencias de la exposición directa al sol son: envejecimiento prematuro, cataratas y otras enfermedades a los ojos y daño al sistema inmunológico. “A esta se le suman lesiones menores, pero no poco dolorosas, además de inflamación y sequedad”, expone Iconomov, y agrega: “los niños lo pasan muy mal cuando, por haberse quemado, les duele la cara o el cuello, la piel se pone roja , caliente y extremadamente sensible. Es muy importante evitarlo con el uso de bloqueadores, anteojos y manga larga, entre otros cuidados fáciles de tomar”.

Pero si ya se están sufriendo las consecuencias, hay secretos naturales que ayudan a bajar los síntomas, o controlar el problema, que es lo ideal. Para lo primero, se puede aplicar en la zona una toalla húmeda fría, cortar una papa y dejarla puesta donde duele y tomar mucha agua. Y para lo segundo, usar un producto que ha demostrado ser una revelación por sus propiedades regeneradoras de la piel y anti inflamatorias, el Karité. “Reduce la inflamación, alivia, hidrata profundamente, cicatriza y regenera el tejido de la piel. Esto porque sus componentes son 100% principios activos, a diferencia de las otras cremas que tienen un alto porcentaje de excipientes, es decir, agua, preservantes y colorantes, entre otros químicos”, detalla Iconomov, de www.kariteargan.cl

Este potente regenerador celular de la piel y poderoso hidratante es uno de los secretos mejor guardados de la naturaleza, ya que regenera efectivamente el tejido de la piel. Le devuelve la elasticidad y la hidratación, dejando una capa protectora sanándolo permanentemente, y recuperando la lesión provocada.

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