“Lo material no importa en este minuto, porque es recuperable en un 100%”

Al igual que el resto de los empresarios turísticos de la costa maulina, que perdieron gran parte de sus infraestructuras, maquinarias o mercaderías con el terremoto, y posterior maremoto que afectó a la zona, Alejandro Lira, propietario de Hostal Piedra en Pelluhue, quedó abatido por los designios de la naturaleza, aunque no por mucho tiempo, porque ya comenzó levantarse para sacar adelante su negocio turístico.
“Desde el minuto que paso el terremoto y tuvimos tiempo para estar con nuestros seres queridos, nos organizamos para limpiar, recuperar algunas cosas que se había llevado el mar y sacar arena de las habitaciones para ponernos a disposición de la gente lo antes posible”, manifestó Lira.
Este usuario de Sercotec, que fue ganador de Capital Semilla Empresa durante el 2009, subrayó que para salir adelante es fundamental que se generen los medios, apelando a que por una vez, se avale a los microempresarios con el objeto de que las entidades bancarias habrán sus puertas.
Asimismo manifestó que “lo material no importa en este minuto, porque es recuperable en un 100%, en cambio las vidas no, porque son impagables”.

DESDE COMIENZO A FIN

¿Cuál fue su primera reacción frente al terremoto?
“Bueno, el minuto del terremoto fue tan violento y largo, que mi primera reacción fue sacar a toda mi gente y mis pasajeros a un lugar seguro y despejado”.

¿En qué minuto decidió subir a los cerros para escapar del maremoto?
“Fue pasado los 5 minutos del terremoto, porque se vino una avalancha de agua sobre nosotros debido a que se salió un estero. Toda la gente arranco rápidamente a la parte alta por temor a que fuera un tsunami, pero yo encontraba que era demasiado pronto para eso, aunque por cultura uno sabe que un sismo de estas características puede ocasionar este tipo de consecuencias”.

¿Qué se llevó el tsunami?
“Cuando baje al otro día, nunca pensé que había sido tanto el daño porque la casa se veía parada, pero el agua entro y arraso con todo lo que había en el interior. Se llevó algunos departamentos, destruyo tres o cuatro cabañas completamente y el resto quedo para demolición”.

¿A cuánto asciende la inversión que perdió?
“Bueno, perdí más o menos el 60% de mis cosas, cuya inversión equivale a 100 millones de pesos, aunque estoy con mucho ánimo porque mi familia se encuentra bien y lo material a la larga se recupera”.

¿Cuál sería la solución para recuperar estas perdidas?
“Si bien la ayuda de las autoridades es importante, yo no creo en los regalos, así que me gustaría que se activaran herramientas para poder acceder a créditos blandos. La idea no es que nos den dinero para comprar unas pocas cosas sino que nos entreguen facilidades, plazos y bajos intereses”.

Una vez que logre sacar adelante su negocio. ¿Cuál sería el siguiente paso?
“Que mis clientes de años, que me han llamado por teléfono o se han contactado por email para saber como estamos, se reencanten con la costa y sigan visitando nuestro centro turístico en Pelluhue, porque Casa Piedra resurgirá de las cenizas como el ave Fénix, para ser mucho mejor”.

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