Lactancia materna: La mejor fórmula para un óptimo desarrollo

Relegada por largo tiempo a un segundo plano, en los últimos años la lactancia materna ha vuelto a ser valorizada gracias a los múltiples beneficios que representa tanto para la salud de los niños como de sus madres.

La hija de Paloma Leiva tiene un año menos que sus compañeros de curso. Sin embargo, pese a ser la de menor edad, cuando la mayoría cae enferma a causa de algún virus respiratorio, a ella le afecta en menor intensidad. “No por azar es una niña muy sana que, por ejemplo, cuando los demás tienen síntomas más complicados mi hija solo registra una tos fuerte”, relató esta joven madre, fotógrafa y bailarina de profesión, quien atribuyó esa característica al hecho de que la niña fue amamantada hasta los tres años y medio de edad.

En un país como Chile, la decisión de Paloma de extender por el mayor tiempo posible el período de lactancia no es habitual e incluso en muchos casos quienes así lo hacían eran cuestionadas, incluso por los profesionales que las atendían. Ella, convencida de que el mejor alimento era su leche materna, creó “Tetarte”, proyecto que a través de “tetadas” masivas que se realizan a lo largo de todo Chile e incluso es replicada a nivel internacional, busca retratar e informar a las mujeres sobre un acto que, pese a ser parte de la naturaleza humana, es visto por muchos como algo ajeno e incluso desconocido.

La académica de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca (UTALCA), Julieta Navea, observó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia materna exclusiva -es decir, sin otros alimentos, agua o jugos- hasta los 6 meses de edad, y lactancia materna complementada con otros alimentos hasta al menos los 2 años de edad, como la forma más saludable y nutritiva de alimentar a los niños y niñas.

“Constituye el mejor alimento desde el punto de vista nutricional ya que sus componentes permiten un óptimo crecimiento y desarrollo contribuyendo al logro del máximo potencial de niños y niñas, además evita la contaminación ambiental ya que no genera desechos”, indicó.

Sobre los beneficios directos que tiene para los menores, la profesional señaló que entre aquellos que se alimentan a través de este método “se registran menos casos de cólicos, disminuye el riesgo de problemas maxilofaciales así como de enfermedades como diarreas, otitis media aguda, dermatitis atópicas, asma, alergias e infecciones de vías respiratorias, en tanto que a futuro previene enfermedades como el sobrepeso y la obesidad”.

Navea agregó que los menores no son los únicos que obtienen ventajas de este método de alimentación, ya que también hay un impacto positivo en la salud de las mujeres que lo utilizan. “Disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer de mama o de ovario, depresión post parto, ayudándoles, además, a recuperar el peso de antes del embarazo”, son algunas de las ventajas que mencionó.

PREJUICIOS

Si bien el acto de dar de mamar es inherente a la vida, entre las mujeres existe cierto temor a hacerlo en particular cuando se encuentran en espacios públicos -como por ejemplo en una plaza o un centro comercial- donde en algunos casos, incluso han sido insultadas.

A la creadora de Tetarte aún le cuesta encontrar explicación a este tipo de situaciones. “Aún no logro entender eso, no le encuentro coherencia al discurso de que dar teta sea algo obsceno porque si somos súper objetivos las mujeres no muestran el pecho, no hay una exhibición, y aunque así fuera, es algo íntimo, nadie tiene porque detenerse a mirar”, planteó Paloma Leiva.

La profesional observó que, además, hay un doble discurso. “Cuando un hombre orina en la calle nadie se detiene a mirarlo siendo que además ahí hay un tema higiénico de por medio, entonces no logro entender por qué a algunos les asusta y agrede que una mamá haga algo que es completamente natural”, expuso.

También a la representante de la Liga Chilena Graciana de Bozo cuesta entender este tipo de situaciones. “Creo que es una situación mental de la persona que la provoca, puede que sienta que es un acto que representa algo retrogrado y eso puede que le provoque algún tipo de trauma”, opinó Graciana.

Entre las profesionales hubo coincidencia de que no se trata de demonizar el uso del “relleno”, aunque también coincidieron en que en ningún caso reemplazan la lactancia materna. “En situaciones especiales o por enfermedades del niño o la madre se indican fórmulas lácteas, que deben ser indicadas por un profesional, debido a que las cantidades de líquido o concentraciones mal calculadas pueden ocasionar un daño al lactante”, dijo Julieta Navea.

“También las situaciones que evidencian que la lactancia materna es insuficiente para el lactante, por ejemplo que no sube de peso, en primera instancia se refuerzan la técnica de lactancia materna utilizada por la madre, luego de comprobar que no sube de peso se puede indicar lactancia mixta (lactancia materna y artificial)”, añadió.

En este contexto, Paloma Leiva agregó que tampoco se trata de hacer un juicio negativo de aquellas madres que prefieren no amantar. “Lo importante es que cada mujer tome la decisión informada, y a partir de ello opte por aquello que considera mejor para sí y para su hijo”, subrayó.​

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