La Historia de los Juegos de Azar y Apuestas en Chile

Mientras que en otros países los juegos de azar y apuestas se han establecido incluso como parte de la economía de ese país; en Chile la historia de los juegos ha sido completamente diferente.

Similar a una lucha entre el bien y el mal, la batalla por permitir las salas de juego en Chile siempre ha estado llena de áreas grises.

Las autoridades versus los rebeldes es algo que data desde los mismísimos padres de la patria, siendo Bernardo O’Higgins uno de los que más se oponía al juego.

Sin embargo, los jugadores también han tenido a grandes figuras, como es el caso del Mago de la Polla Gol, Roberto Jacob Helo; el hombre que logró ganar 94 veces la Polla Gol.

En fin, una historia tan rica y llena de altos y bajos en donde al final, para bien o para mal; el juego ha sido el ganador.

¿Quieres saber más? A continuación, te contamos los eventos más divertidos y relevantes del juego en Chile.

La historia de los juegos en Chile, el bueno, el malo y el feo

Aunque la pasión por el juego del chileno data desde los mucho antes de lo que dicen los registros; las primeras documentaciones de esta realidad datan del siglo XIX.

Dependiendo de con el cristal que se mirara, se podía decir que era un vicio o una pasión. Lo cierto es que, los chilenos dedicaban sus días a jugar todo tipo de juegos de cartas, dados y bolos.

Al menos así lo registró el viajero de origen inglés Alejandro Caldcleugh en su libro Viajes por Sudamérica durante los años 1819, 1820 y 1821.

Los primeros centros de juego se desarrollaron en Las Fondas, allí se reunían los jugadores empedernidos, hombres cuyo kit de supervivencia eran dados cargados, barajas marcadas y los bolos compuestos.

La Fonda de Santiago de Chena era la más famosa de su época. Y según Recaredo Santos Tornero, era el lugar preferido por el minero chileno; adicto al goce de los naipes y el licor.

Estos lugares clandestinos siguieron apareciendo hasta que, en 1928, el Gobierno de Chile decidió ponerle fin al asunto creando un Casino en Viña del Mar a través de la ley número 4.283 mediante un préstamo a la ciudad.

La idea era crear el mejor casino de Chile.

No obstante, el gran inconveniente de esta medida fue (y sigue siendo) según la perspectiva de los jugadores; la ambición de las municipalidades por obtener dinero.

Y es que, de acuerdo a la ley 4.283, el 77% de las entradas del Casino en Viña del Mar deben ser dedicadas a mejorar el Balneario; mientras que el 33% restante son para Valparaíso y los servicios públicos, como es el caso de los hospitales.

Ante esta situación, y porque la historia se repite, los jugadores buscan nuevas alternativas; casino y micro casinos han surgido nuevamente, violando la ley establecida.

Definitivamente, el gobierno no podrá derrotar al juego en Chile, pero tampoco podrá convertirse en cómplice; el chileno no lo permitirá.

Si quieres conocer a fondo cada uno de ellos héroes y villanos a través de la historia del juego en Chile, te invitamos a leer el libro Grito y Plata escrito por el periodista Nicolás Rojas Inostroza y publicado por Letra Capital.

 

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