La historia de los bellos tatuajes en las avenidas de Copacabana, Brasil

Las ondas en blanco y negro al borde de la playa de Copacabana son uno de los emblemas más conocidos de Río de Janeiro. Pero su futuro es incierto. Cuando uno camina por esta ciudad brasileña en busca de arte, a menudo basta con que mire lo que hay debajo de los pies: las aceras de la ciudad son verdaderos mosaicos.

Río tiene más de 1,2 millones de metros cuadrados de veredas formadas por piedras portuguesas. Los diseños de Copacabana son quizá los más reconocibles.

“Aunque existían en Lisboa y en Manaos, fue Río de Janeiro el que hizo las ondas un ícono internacional”, le dijo a BBC Mundo Renata Lima, una productora cultural que editó un libro sobre el tema. Una exposición en el Museo Histórico Nacional de Río coordinada por Lima cuenta la historia de esas aceras y su influencia en el diseño brasileño, como parte de las celebraciones de los 450 años de la ciudad.

A continuación, varias fotos de esa muestra, titulada “Tatuajes urbanos y el imaginario carioca”.

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La acera de Copacabana se construyó a inicios del siglo XX, con las ondas que unos años antes decoraron la plaza de Rossio en Lisboa y los alrededores del teatro Amazonas, en Manaos.

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A fines de los años 1960 la Avenida Atlántica de Copacabana fue reformada y su acera ampliada: el paisajista Burle Marx creó un cantero central, en armonía con el ondulado que ya existía.

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Hoy la acera de Copacabana es considerada la mayor obra de arte urbano en extensión. “Tal vez sea la principal marca de la ciudad”, señaló Renata Lima.

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Las piedras portuguesas decoran aceras de muchas otras partes de Río. En Cinelandia, donde funcionaban varios cines, evocan los viejos rollos de filmes.

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Un peatón camina sobre este mosaico frente al Teatro Municipal, en el centro de Río. La técnica para construir estas aceras la trajeron los portugueses a Brasil.

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Un “tatuaje urbano” sobre la acera de la playa de Leblon, barrio más moderno y de clase alta en Río de Janeiro.

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Lima cree que hay un riesgo de que las nuevas generaciones no sepan conservar las aceras de Río. “La mano de obra es muy escasa”, dijo. “Necesitamos millares de profesionales que conozcan la técnica”.

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La exposición incluye obras de diseño inspiradas en las aceras de Río, como esta butaca “Copacabana” de Jaqueline Terpins.

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Una mesa de madera de Lia Siqueira, también diseñada en base a las famosas ondas de las veredas de Río de Janeiro.
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Auspiciada por la Alcaldía de Río, la exposición incluyó cursos con expertos portugueses en este tipo de aceras. Continuará en el Museo Histórico Nacional hasta el 1º de agosto.

 

Fuente: BBCMundo

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