La basura de algunos es el tesoro de nosotros

No importa si uno es un adicto a los Oscar y a toda su parafernalia, o por el contrario, adicto a todo lo que esté alejado de la mano de la Hollywood y la Academia. Siempre habrá algo de sabroso en todo aquello ignorado en los recuentos de fin de año, en esas películas que nadie vio aparte de uno, y que para bien o para mal, nunca llegarán a codearse con James Cameron ni Quentin Tarantino en la ceremonia del Domingo 7 de Marzo.

Y no estoy hablando de películas de cine b, cine arte, ni de joyas del cine independiente que solo el viejo profesor de cine podrá disfrutar y entender. No. Estoy hablando de una lista entera, que en cualquier otra situación podría llamarse “la de los picados”, pero la verdad es con las películas no hay mucho sentido de la competición como si lo hay del entretenimiento. No tengáis miedo. Estas películas no muerden.

¿Alguien ha visto Moon? ¿Alguien sabe de Moon? A estas alturas ya ni importa que sea el mayor desaire en las nominaciones al Oscar de este año. Lo que sí importa es cuán asombrados y emocionados nos dejó a los que la vimos, y va a dejar a los que todavía no han visto la historia de Sam Rockwell en un turno de largos y solitarios tres años en una base lunar. Algo parecido va para (500) Days of Summer. A lo mejor ya más de alguno la conoce, y otros pocos la odian por traernos a la mente de forma tan vívida a Amelié, pero más allá de las típicas rencillas y las posibles e informales acusaciones de plagio, esta historia de no-amor es algo así como el Knocked Up del año que se fue, de esas películas a las que les pondrán play más de una vez, o quizá más de 2. Para el postre me dejo a The Damned United. Fútbol, entrenadores, Premiere League. ¿Qué más puede pedir un hombre? Si pensaban que esto de las películas era solo para chicas, The Damned United es para ustedes.

Hagan memoria, el 2009 no fue solo gatos gigantes azules, balloon boys, o judíos asesinando a Nazis. Se van a dar cuenta que, sea como sea, el Oscar funciona para los dos lados, para ganadores y perdedores. Puede que consagre a una que otra película este año y les haga sacar un poco de plata del bolsillo para no perdérsela en el cine, o simplemente hará que se hagan un tiempo en la noche para sentarse en su sillón favorito, y ver la tan entrañable película; sabiendo que son parte de esa minoría privilegiada que vio películas que los jueces de la industria tiraron al tacho de la basura.

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