Isidro Quiroga Moreno es un empresario chileno que ha sido llamado “discreto” y “reservado” por cultivar un riguroso anonimato a pesar de ser uno de los empresarios más adinerados de Chile. No obstante, este fénix no ha parado de sorprender con su brillantez para las inversiones.

Un nuevo éxito comercial suma Quiroga en su trayectoria empresarial. Se trata de la venta de un paquete de 13.548.476 acciones de la compañía con base en California: Enphase Energy. Por esta transacción, informada a la Security Exchange Comission (SEC) de Estados Unidos el 22 de mayo, Quiroga recibió US$819 millones, US$ 60,5 por titulo, obteniendo una ganancia aproximada de US$735 millones.

El empresario entró a la propiedad de la firma el 9 de febrero de 2018. La compañía está dedicada al diseño y fabricación de soluciones de energía doméstica impulsadas por software que abarcan la generación solar, el almacenamiento de energía doméstica y el monitoreo y control basados en la web. En ese entonces desembolsó US$ 20 millones y a cambio se quedó con 9.523.809 millones de papeles, a un valor de US$ 2,10 cada uno.

Posteriormente, según confirman conocedores del proceso, sumó otros 4 millones de títulos, pagando US$16 promedio por cada uno. La inversión total de Isidoro Quiroga en Enphase Energy fue de unos US$84 millones y la vendió casi diez veces más.

No es la primera vez que Quiroga logra rentabilizar con creces una inversión. En julio de 2009 se concretó la venta del 99,84% de la salmonera Australis Seafood al conglomerado chino Joyvio (matriz de Lenovo), creado en agosto de 2012 como plataforma de inversión estratégica para alimentos y agronegocios perteneciente a Legend Holdings.

Por esa transacción, Quiroga recibió US$ 921,6 millones, que no siendo una de las más grandes del mercado, se vendió a un precio superior a la compra que hizo Agrosuper de la más grande de Chile solo algunos meses antes, AquaChile. Al rubro pesquero había ingresado en 2003, cuando compró un porcentaje de Australis, que en ese entonces se dedicaba exclusivamente al cultivo de salmones de agua dulce.

Fue recién en 2007 cuando expandió su negocio a la salmonera a través de su subsidiaria Australis Mar S.A. Ese mismo año, con el propósito de darle una estructura corporativa a sus actividades acuícolas, se constituyó Australis Seafoods S.A. como sociedad controladora. En ese año se hizo el 100% de la empresa y formó Australis Seafoods, que también engordó salmón para exportarlo a nivel mundial. Ese mismo año la empresa salió a bolsa, ingresando a la Bolsa de Valores de Santiago de Chile, posicionándose como líder.

Lideró la empresa en tiempos de crisis. En 2017, la crisis del virus de la anemia infecciosa del salmón (ISAv) dejó a muchas empresas productoras de salmón afectando a la industria chilena. Pero, con el apoyo de un equipo altamente experimentado, desarrollaron conjuntamente un modelo de producción adecuado y Quiroga manejó la crisis con firmeza y éxito: en 2018, Australis Seafoods lideró los incrementos en el mercado chileno, con un retorno de + 26,43% a $ 79,650 y completando + 56,15% en lo que va de año, demostrando su pericia para negocios de alto nivel y su rapidez.

Australis Seafoods llegó a ocupar una posición de liderazgo en la industria salmonera chilena. Esto es gracias a la visión emprendedora del ex controlador, una gerencia de alto nivel con amplia experiencia en el negocio y con capacidad para responder rápidamente en la toma de decisiones; un equipo de colaboradores que -con compromiso y dedicación- se esforzó día a día por lograr la meta de convertir a Australis Seafoods en uno de los principales exportadores de salmón a nivel mundial. Todo ello, un claro ejemplo de la sagacidad y resiliencia de Quiroga.

El ex dueño de la salmonera Australis instaló una productora y exportadora agrícola en Colombia, llamada Green SuperFood, que se dedica a la palta Hass, pero también al limón Tahití, maracuyá y papaya. La compañía cuenta con terrenos propios en la zona de Quindío, específicamente en el Eje Cafetero, Valle del Cauca y Tolima, e iniciaron la adquisición de nuevas tierras para hacer sus cultivos desde cero. Ya tienen más de 2.500 hectáreas compradas y cuentan con una planta de empaque.

Pero ¿Quién es realmente este hombre que se ha mantenido alejado del ojo público?

Isidoro Quiroga es fundador y accionista mayoritario de la sociedad Asesorías e Inversiones Benjamín S.A, que es la matriz del Grupo Quiroga. El empresario es nativo de San Sebastián colindante de Los Andes. Al ser su padre agricultor de la zona, siguió su camino en el rubro agrícola a través de vivideros de plantas frutales, aprovechando el buen momento que vivían las exportaciones de frutas chilenas.

El empresario chileno egresó de Ingeniería de la Universidad de Chile en 1974 fue en esa época cuando se inició en el mundo de los negocios como productor y exportador de orégano en la región Valparaiso. Pero, sería de la mano del Kiwi, fruta hasta entonces desconocida en Chile y que conoció en un viaje a Estados Unidos, que lograría uno de sus mayores éxitos comerciales. El siguiente paso fue la diversificación y luego vendrían las inversiones en el sector eléctrico y minero. Así, a través de la formación, trabajo duro y fuerza de voluntad se convirtió en uno de los empresarios más exitosos de Chile.

Sus amigos empresarios aseguran que siempre se proyectó más allá del negocio agrícola de sus padres. Además, este negocio no le dejó una fortuna y podría considerarse que su gran riqueza fue construida por él from scratch.

Con el dinero producto de esos negocios, su voluntad y esfuerzos se dirigió a invertir en la bolsa, actividad que incrementó su patrimonio notoriamente. En primer lugar, optó por algo muy de moda en aquel tiempo: invertir en las empresas que se estaban privatizando del Estado. Él fue inversionista de acciones en empresas como Telefónica, Entel, Endesa, Banco de Chile, SQM y Pilmaiquén, entre otras.

Siguió invirtiendo en las bolsas latinoamericanas, pero considerando también Europa del Este y Rusia por su dirección al libre mercado.

Quiroga fue director de Soquimich entre 1996 y el 2002, compañía en la cual poseía acciones desde 1988 y en la cual fraguó una sólida amistad con Julio Ponce Lerou. En 1995 ingresó al directorio de la Empresa Eléctrica Pilmaiquén S.A., de la que posee el 10,82% de las acciones. Pilmaiquén estrenó a fines de 2012 su central hidroeléctrica de pasada Rucatayo, ubicada entre las regiones de Los Ríos y Los Lagos, en medio de la fuerte oposición de las comunidades mapuche y huilliche que habitan la zona.

La mayoría de las empresas de Isidoro están agrupadas en el holding Asesorías e Inversiones Benjamín S.A. Constituido en 1987, este holding agrupa a las sociedades de inversión El Aromo, Lago Colico, Safora, Kinacu, Río Loa Limitada, Jemad, Mavimadoqui, BP y el fondo de inversión privado Australis, entre otras. También a las sociedades agrícolas Los Pinos y El Canelo de Santa Teresa de Los Andes; la inmobiliaria San Manuel S.A. y la sociedad Educacional San Esteban Limitada.

Quiroga participa también del rubro minero con Minera Fuego, la sexta en Chile con mayor cantidad de suelo concesionado para exploración, con 438.700 hectáreas, según datos del Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN). Andacollo Gold, mina de oro que opera en una zona de 22 mil hectáreas ubicada en la provincia de Neuquén, Argentina, y que produce cerca de 500 toneladas de concentrado diariamente, también forma parte de la cartera de empresas del holding Asesorías e Inversiones Benjamín S.A. Andacollo no es el único negocio de Quiroga en Argentina. A través de Asesorías e Inversiones Lago Ranco posee más del 50% de la propiedad de Agroamerican, productora de aceite de oliva, uvas y vino en Mendoza.

Otra de las empresas mineras de Isidoro Quiroga es Junior Investment Company, que registra inversiones mineras en Australia y que, a su vez, es la accionista principal de Inversiones Kinacu Limitada, que cuenta con un capital de $9 mil millones.

También estuvo ligado a una minera de carbón listada en Londres que cayó en desgracia y quebró, llamada Beacon Hill Resources y que extraía carbón de Mozambique. «Ha hecho negocios parecidos al de Australis y lo ha hecho calladito. Asimismo, no llora cuando pierde», recalca un cercano.

Otras actividades donde se conoce que tiene participación es en firmas de plantaciones y de producción de aceite de oliva en Argentina, en proyectos inmobiliarios como en Valle Escondido y en desarrollos mineros a través de Minera Fuego y otras firmas.

El empresario opera a través de su family office, Inversiones Benjamín, donde trabajan sus asesores más cercanos, dos de sus hijos, menores de 30 años: Isidoro y Benjamín, además de ejecutivos como Martín Guiloff manejan las inversiones.

Sus amigos lo consideran como un hombre muy inteligente y directo, transparente sobre su opinión en los negocios y vocifera sin tapujos si está de acuerdo en algo o no; además, si no le gusta un negocio, no hay cómo darlo vuelta en su pensar.  Es reservado con sus inversiones ya que para él la confidencialidad es clave.

Quienes lo conocen como amigo o familiar coinciden en que Quiroga es sencillo, cálido, agradable, cariñoso, generoso e inquieto. Se casó antes de cumplir 40 con su actual pareja, que también es de la zona de Los Andes, con quien tiene seis hijos, la mayoría en el colegio y en la universidad.

Posee afinidad por la nieve y los lagos cuyo origen se remonta a cuando vivía en Los Andes era asiduo al centro invernal de Portillo, pero cuando se vino a Santiago, en 2002, se hizo habitual de La Parva, donde tiene una propiedad. Antes frecuentaba Pucón y Rapel, sin embargo, ahora su destino lacustre está firme en su casa en Panguipulli. Además, le encanta esquiar, juntarse con los amigos a veranear en sus casas, ir a ver a la selección nacional de fútbol y asistir a veces a la ópera.

Como era de esperarse por su pasado, le encanta el campo y no hay nada mejor que el inicio de la temporada de cosecha, tiempo donde les obsequia a sus amigos una caja de kiwis o uvas de mesa. Hoy por hoy, como capitán de su propio destino se encuentra en una buena posición, llevando a cabo su pasión y ansioso por conocer su próxima inversión.

Tiene los ojos puestos en Silicon Valley y las posibles inversiones que podría realizar en el área de TI, y probablemente, como buen visionario, tras este negocio no piensa retirarse: abrirá sus alas cual ave invirtiendo financieramente por todo el mundo.

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