Investigador UTalca entrega claves para combatir déficit hídrico en el país

Ante el grave déficit hídrico provocado en Chile por la mega sequía, lo que se ve acrecentado por la falta de manejo adecuado de la situación por parte de las autoridades, surgió la idea de instalar una carretera hídrica que traslade el agua de sur a norte del país.

Ante esta propuesta, el científico, Samuel Ortega Farías, director del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA) de la Universidad de Talca, sostiene que hay que ceñirse a tecnologías de amplio uso en países como Israel y Estados Unidos, que han logrado combatir la sequía tanto para uso humano como agrícola.

El Ortega argumenta que hay una serie de temas que resolver en el escenario de una carretera hídrica como la parte ecológica, el aprovechamiento del agua, y distintos temas legales y económicos que, según las cifras referenciadas, convierten a la carretera hídrica en una idea extremadamente cara.

“Existen otras alternativas que podrían ser mejores y que en definitiva creo que hay que realizar un análisis profundo de la situación antes de tomar una decisión. Ahora bien, en la VII Región por ejemplo, se cuenta con agua suficiente, pero mal aprovechada, por lo que se debe establecer una serie de estrategias de manejo para poder utilizar mejor el agua que se está generando en las regiones”, explica.

El investigador de la UTalca agrega que las napas se están agotando y no contamos con mayor capacidad de filtración de los suelos. “Debemos recurrir a técnicas que se conocen hace ya 30 años, mediante las cuales podríamos durante el invierno que las aguas generadas por las lluvias se filtren y puedan irse a las napas”.

SOLUCIONES

Para el científico una de las soluciones más relevantes consiste en reutilizar el agua de las ciudades, con plantas de tratamiento que permitan usar el elemento nuevamente. Según Samuel Ortega Israel ha liderado esta tendencia hace 30 años, donde la gran cantidad de agua que se desperdicia se procesa para consumo humano. Si bien, dice, este manejo tiene un costo significativo, a nivel de sustentabilidad a mediano plazo es mucho más potente que la carretera hídrica.

Por otra parte, Ortega afirma que Chile debería instalar plantas desalinizadoras, y dice que son un camino adecuado por ser una tecnología que en el mundo se está utilizando con excelentes resultados.

“Israel lleva décadas trabajando la desalinización del agua y reutilizando las aguas servidas. Hay una experiencia potente para resolver el problema, ellos tienen problemas de sequía mucho más fuertes que no lo que tenemos nosotros y ellos actualmente son exportadores agrícolas, la ciudades tienen agua para abastecimiento humano”, agrega.

Para el director de CITRA, la experiencia en Estados Unidos es clave. En invierno se hacen piscinas en los campos, se capta el agua de los canales, y no se corta como en Chile. Se deja que el agua corra y se acumule en los campos y para luego filtrar y aumentar la capacidad de la napa.

“Debemos centrarnos en tecnologías como la desalinización, en establecer un sistema de purificación y tratamiento de aguas servidas, costo mucho más barato y sustentable”, reitera el experto.

TECNOLOGÍAS PARA LA AGRICULTURA

Actualmente el CITRA de la Universidad de Talca se encuentra a la vanguardia de tecnologías para la agricultura, buscando una eficiencia hídrica y adaptación al cambio climático, entre otras tareas. Por esto que su director sostiene que es fundamental para el buen aprovechamiento del recurso hídrico el adecuado manejo de la sustentabilidad agrícola. “El 73% del agua dulce disponible en Chile se usa en agricultura, en tanto el 6% se usa para consumo humano y el resto lo ocupa la Minería, por lo que en la agricultura existe un gran margen para poder ahorrar agua si se hace un manejo sustentable de los recursos hídricos”, indica.

El centro ha desarrollado toda una técnica que permite aumentar la eficiencia del uso del agua en la agricultura entre 20% y 60%, generando un ahorro significativo.

La metodología consiste en utilizar tecnologías satelitales y estaciones meteorológicas automáticas a través de modelos de simulación que integra la información climática que entrega de manera exacta la cantidad de agua necesaria que se debe aplicar a un cultivo determinado. A su vez la tecnología se suma a un programa de capacitación a los pequeños y medianos agricultores, logrando una eficiencia hídrica de hasta 60% en los cultivos.

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