IIDE propone nueva arquitectura del sistema educacional

Diversos estudios confluirán en la iniciativa de una renovada institucionalidad del modelo educativo a nivel regional, en torno a la cual se generen amplias discusiones.

Hacia la conformación de una nueva arquitectura del sistema educacional se encamina el trabajo que está realizando el Instituto de Investigación y Desarrollo Educacional (IIDE), esfuerzos coincidentes con el debate que en torno al tema se ha instalado en el país en los últimos años.

Tres proyectos de investigación con financiamiento Conicyt, a cargo del IIDE, se encaminan en esa dirección, entre los que se encuentra un Fondecyt. Éste se relaciona con el estudio de “los problemas de arquitectura de organización del sistema educativo sub nacional, o sea, gobiernos locales y sistema educativo a nivel municipal y regional”, según la definición del académico de ese instituto, Jorge Alarcón.

Asociado al plan de trabajo, se realizan discusiones periódicas con estudiantes, profesores u otras personas interesadas en el tema, para culminar en diciembre o enero con un evento en el que se presentará una propuesta sobre una nueva institucionalidad del sistema educativo a nivel municipal y regional. “La idea es que eso sirva como un antecedente que permita discutir, a su vez en distintas regiones y comunas, una estructura semejante”, expresó el profesor Alarcón.

En ese contexto, se realiza durante el segundo semestre el Seminario de Investigación sobre Política y Economía de la Educación, cuya apertura se realizó el jueves y estuvo a cargo del director del IIDE, Sebastián Donoso. En su exposición, el académico examinó los nudos críticos del sistema escolar. Según manifestó, la idea de hacer una reorganización del sistema tomó cuerpo en 2006, cuando el movimiento “pingüino” puso el tema en la agenda nacional, “en el entorno de un fenómeno dado que no se pensaba reemplazar”, según su análisis.

VERTIENTES

Donoso destacó que el diagnóstico que arroja la necesidad de realizar mejoras en el sistema educacional, es compartido por las autoridades, pero a partir de esta base surgen dos vertientes, una de las cuales es corregir las fallas para que el sistema funcione mejor, mientras que la segunda plantea una nueva organización, que implica un concepto distinto.

Al abordar los nudos críticos del modelo, enfatizó que la educación no ha sido capaz de resolver las diferencias del origen socioeconómico o diferencias de cuna, sino por el contrario, “el gran problema es que la persona que nace en un determinado lugar, tiene definido un marco de oportunidades que le hará difícil superar esa determinación. Eso se ve en los resultados de las pruebas nacionales e internacionales, que explican que el 60 o 70 por ciento de ellos obedecen al origen socioeconómico de los estudiantes”.

De acuerdo a esta realidad, sostuvo que “un diploma vale distinto según el origen del estudiante y el territorio donde estudia; entonces, hay una nueva forma de segregación social”. Añadió que un tema clave es que la calidad de la oferta educativa es muy distinta.

Otro nudo crítico que identifica el director del IIDE es el mal financiamiento del sistema público, con montos y herramientas inadecuados que se han traducido en mala calidad y en el mencionado efecto de segregación social. “Se ha aceptado que el sistema público debe competir, pero desde la carencia de recursos. Las escuelas públicas deben parecerse a las privadas, si no, son malas”, observó.

Ahondando en su análisis expresó que “hay una necesidad de cambio en la gestión de la educación pública, que es obsoleta, con criterios que pertenecen al siglo XIX. Además, se observan problemas de pertinencia curricular y de formatos educativos”.

HIPÓTESIS

Al exponer algunas hipótesis explicativas, el director del IIDE manifestó que no está claro qué garantiza el derecho a la educación, es decir, falta definir un estándar. Adicionalmente, existe un financiamiento plano, sumada a una inequidad desde el punto de vista del territorio. De ese modo, enfatizó que la política educacional ha perdido visión o rumbo. Tampoco ve voluntad política en los actores institucionales para “hacerse cargo de los problemas de gobernanza del sector y faltan proyectos que trasciendan el objetivo de sólo “salir del paso”, en un escenario en el que “los discursos incendiarios no se traducen en medidas o pasos concretos”.

El académico explicó que una idea es crear distintas agencias de gobierno local o regional. “Se habla de construir una nueva institucionalidad regional, parecida a los servicios de salud, con un nuevo concepto de estado de compromiso, descentralizado, con una visión de gerencia pública y nuevos mecanismos de financiación, cambios que implican una reforma a la Constitución”, acotó.

Una iniciativa que se puede plantear es agrupar municipios para facilitar la administración y gestión del sistema educacional, pero reconoció que éste es un tema político de gran complejidad, que implica también muchos recursos. “Sin embargo, la idea es pensar cómo políticamente se construye una solución viable en el tiempo, que no signifique hacer un gran esfuerzo para volver, en cuatro o cinco años, al lugar donde estábamos. Hay que ser cuidadosos en el diseño de una nueva institucionalidad”, remarcó.

En la siguiente reunión del semanario, dentro de tres semanas, se abordarán aspectos de economía y política educativa.

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