Haitianos removidos de predio en Longaví forman su propia empresa

Los inmigrantes que fueron objeto de una fiscalización de la Inspección del Trabajo el año pasado, valoraron las oportunidades que ofrece Chile durante un taller de Derechos Laborales.

Con el nombre “Esperanza”, los inmigrantes haitianos que el año pasado fueron removidos de un galpón donde vivían en condiciones deplorables, crearon su propia empresa.
“Estamos contentos porque en noviembre atravesamos una situación acá, cuando trabajábamos con algunos patrones y no quedamos bien parados. Yo abrí una empresa para ayudar a mis hermanos y pagarles un buen sueldo e imposiciones”, dijo el promotor de la nueva compañía, Dathmenly Desir.
Desir y sus compañeros participaron en un taller de Derechos Laborales, que la Agenda de Trabajo Decente realizó en Longaví para inmigrantes. Hace diez meses, una fiscalización conjunta de la Policía de Investigaciones y la Inspección del Trabajo de Linares, dejó al descubierto las malas condiciones en que vivían los haitianos al interior de un predio, donde dormían en frágiles camarotes elaborados por ellos mismos, sobre una delgada espuma, y se duchaban con agua fría. La bodega, dividida en pequeñas habitaciones, también fue construida por los inmigrantes.
“Ha sido una alegría encontrarnos con los mismos haitianos que descubrirnos viviendo de manera lamentable, ahora organizados en una empresa, respetuosa de las leyes laborales y con eventuales posibilidades de empleo para nuestros propios compatriotas, porque eso habla de que Chile representa una oportunidad para ellos también como emprendedores”, manifestó la seremi del Trabajo y Previsión Social, Elia Piedras.
“Es un éxito para nosotros. Nos ha ido bien y trabajamos en nuestro idioma”, señaló otro de los impulsores de la iniciativa, Jonathan Oxeas.
El taller corresponde a la segunda actividad de su tipo en el Maule, organizada por la Agenda de Trabajo Decente. El primer taller, que convocó a cerca de 80 inmigrantes, tuvo lugar en Talca hace dos meses.
“Hay que tener en cuenta que casi ningún país del mundo recibe a sus inmigrantes con iniciativas de esta índole, dirigidas a empoderar a los nuevos trabajadores. Aquí en el Maule tenemos claro que en la medida en que ellos conozcan la normativa relativa al salario mínimo, horas de trabajo semanales y salud y seguridad, estamos mejorando su calidad de vida y promoviendo el trabajo decente”, precisó la seremi.
A Longaví, llegaron cerca de 60 inmigrantes, que aprendieron –entre otros temas- las características de un contrato, causales de despido y trámites que pueden efectuar ante las Inspecciones del Trabajo.
“Esta actividad responde a un convenio entre el Gobierno Regional y la Organización Internacional del Trabajo; y a la decisión del Intendente Pablo Meza de tener una preocupación preferente por los inmigrantes. Para que ellos alcancen un empleo digno, es fundamental darles a conocer sus derechos y deberes”, afirmó el director regional del Trabajo, Darko Tapia.
El evento se desarrolló en la Parroquia San Lorenzo, ubicada frente a la plaza, hasta donde llegaron los inmigrantes en un bus proporcionado por la Misión Jesús María José.
“Nuestros hermanos haitianos y colombianos están muy dispersos y me parece muy humano juntarlos en estos espacios. Estamos muy agradecidos de esta generosidad”, indicó la religiosa de la misión, hermana Fuentesanta Pérez.
Yurley Tristancho, colombiana que reside desde hace 4 años en la zona, valoró la oportunidad de formular preguntas directamente a las autoridades.
“Estoy contenta y agradecida, porque se toma en cuenta a los inmigrantes, para que conozcan sus derechos y enfrenten la vida laboral. Muchos no sabíamos cómo hacer un contrato”, aseveró.

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