Guía de Campo CORMA devela algunos misterios de las orquídeas chilenas

Publicación reedita la primera guía de esta planta nativa, endémica, que pertenece a la flora más arcaica del planeta. Probablemente, proviene de la Antártida hace 80 millones de años.
Nuevos descubrimientos y el avance en el conocimiento sobre la orquídea chilena que incluye un novedoso mapa de distribución, elaborado con un software especial en el que se destacan puntos de recolecta de ejemplares y entrega del área probable de distribución de la especie, contiene la segunda edición ampliada de la Guía de Campo de las Orquídeas Chilenas (familia Orchidaceae), editada por la Corporación Chilena de la Madera –CORMA-.
La primera guía data de 2006 y despertó gran interés por conocer y estudiar las orquídeas chilenas, entre investigadores, centros de estudios y personas comunes y corrientes, creándose, por ejemplo, grupos en internet para la difusión de fotografías, videos y debates.
En la elaboración del libro participaron los ingenieros forestales Patricio Novoa y Diego Alarcón, el ingeniero de ejecución forestal Jaime Espejo, el ingeniero agrónomo Mauricio Cisternas y el biólogo Erwin Domínguez.
Patricio Novoa informó que la guía presenta 72 especies, aunque son más de 90 las consignadas, pero 18 de ellas presentan tales complejidades que habrá que definirlas con precisión a futuro.
Las orquídeas chilenas son endémicas y terrestres y se hallan entre la flora más arcaica del planeta. Probablemente, provienen de la Antártida hace 80 millones de años.
Pequeñas, hermosas y misteriosas son términos con los que se las puede describir, pero los investigadores saben que además son plantas muy evolucionadas, que todavía no se han dejado domesticar (cultivar). Sus cromosomas son tan diminutos que estudiarlas científicamente es muy complicado y sus estrategias de polinización (sobrevivencia) prueban la mayor inteligencia del reino vegetal, con mecanismos que escapan a las conductas vegetales.
Entre otros misterios develados sobre esta planta, ahora se sabe que “engañan” a los insectos y no los recompensan con néctar, como las demás plantas. También simulan la forma de la hembra insecto para que el macho se pose y cuando trata de copular carga el saco de polen y lo distribuye al volar a otras plantas.
Novoa ha sido testigo de otras fórmulas. “Cuando un insecto se posa en la orquídea imita la forma de su hembra y usa un vástago como un martillo para pegarle encima al engañado impregnándolo de polen. Es muy impresionante”. Añade que “algunas de ellas son flores sin raíces ni hojas. Desechan todo lo superfluo con el objetivo único de sobrevivir y mantenerse en el planeta”.
Entre las orquídeas chilenas está la más austral del mundo, la Codornorchis lessonni, que habita desde la Cordillera de Radal en el Maule hasta los bosques de lenga en Tierra del Fuego. También existe la Myrosmodes nervosa, una de las orquídeas que más alto crece en todo el planeta (4 mil metros de altura), en el Parque Nacional Chungará. Sólo la supera una especie que prospera en montañas cercanas a La Paz, Bolivia, a 4.600 metros de altura.
Los investigadores Espejo y Novoa destacan que está guía está elaborada para todo tipo de público, sin perder rigor científico. De esta manera, quien hojee el texto en papel o la vea en la página web de CORMA http://www.corma.cl/_file/material/guia-de-campo-orquideas-2015-web.pdf puede entenderla sin problemas.
”Confiamos en interesar a todos y especialmente a los niños. En el mundo hay cada vez menos naturalistas, botánicos, las ciencias naturales están en declive y con esta guía aspiramos a despertar interés y generar vocaciones, porque hacer ciencia no es algo a lo que uno se pueda dedicar de viejo, hay que comenzar a los 10, 12 años de edad. En Chile nos queda mucho por saber y esta guía es un aporte y un incentivo”, plantean.
El presidente de CORMA Biobío, Jorge Serón, estima que la guía es “un enorme vehículo de conocimiento” que el gremio forestal pone a disposición de todos los ciudadanos. “La primera guía partió como una idea romántica, con el propósito de generar preocupación e interés en cualquier persona y tuvo un gran impacto. Nos dimos cuenta que había una necesidad de aprender sobre nuestra flora nativa que subyacía en toda la comunidad y esta reedición nos permite seguir en la lógica de aportar al conocimiento de ella y de la fauna nativa”.
Agrega que la publicación ha encontrado una muy buena y amplia acogida en una serie de entidades que trabajan en flora y fauna y cuidado del ambiente. De hecho, cuenta que al lanzamiento efectuado en noviembre, en el marco de Expocorma2015, concurrieron representantes de las universidades, colegios, ONGs, etnias, clubes de jardines y otros.

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