Por Claudio Montalva:
Tan solo pensar en hablar sobre la figura de don Gabriel Valdés, es ya un desafío enorme, escribir en un par de párrafos lo que si figura significó para la Democracia Cristiana y para Chile en su conjunto es casi ofensivo, pero para quienes tuvimos la suerte de conocerlo y compartir en más de alguna ocasión con él y escuchar sus relatos tan naturales fue un gusto enorme.
Creación de la Falange Nacional:
Desde el día en que Gabriel Valdés conoció a Eduardo Frei Montalva, en sus tiempos de estudiantes, comprendieron que tenían en común muchas cosas que iban más allá de las preocupaciones propias de la edad, y se dieron al trabajo de pensar en lo que Baden Powell denominaría “Un mundo mejor”.
De ahí en adelante se reunieron con muchos intelectuales, profesionales, estudiantes universitarios, trabajadores, mujeres y jóvenes en general, para compartir sus inquietudes y elaborar una propuesta política que tuviera como ejes fundamentales la democracia, el emergente movimiento europeo social cristiano, el respeto por las personas y el desarrollo de una sociedad moral y valórica. Fue así como junto a otros de su generación formaron la Falange Nacional, que posteriormente derivó en el actual Partido Demócrata Cristiano, al cual quisieron y cuidaron como cual padre protege a un hijo y lo ve crecer.
El Conde Gabriel Valdés:
Apodo que surge por su gran experiencia cultural y familiar, era nieto de un ex Embajador en Italia Ramón Subercaseaux y vivió junto a él algunos años, lo que le llevó a hacerse amigo de muchos de los pensadores, filósofos y políticos de la época.
Durante el Gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva, asume una de las carteras más importantes como la Cancillería, donde se desempeña brillantemente y tiene tremendas intervenciones como en el plenos de Naciones Unidas.
Además, fortaleció lazos de cooperación entre Chile e Inglaterra, España, Italia y Estados Unidos.
Una vez en dictadura, fue el embajador de la democracia cristiana en el mundo denunciando las desapariciones, los asesinatos, la torturas aplicadas por el Gobierno Militar, haciendo una férrea oposición.
El Demócrata Cristiano:
Fundador y padre de la DC, fue Presidente Nacional del Partido y estuvo muy cerca de convertirse en Presidente de Chile, de no ser por la disputa interna que se generó con Patricio Aylwin, donde finalmente optó por entregar su opción y trasladarse al sur para ser Senador.
Esto lo llevaría finalmente a ser Presidente del Senado, y pese a no ser él quien asumiera la Presidencia, se dio dos gustos que más tarde confesaría a sus amigos, ya que recibió antes que Aylwin la banda Presidencial durante la ceremonia, y luego que Pinochet dejara el cargo, le ordenó retirarse de la sala, una pequeña venganza en contra que quien lo reprimió, mandó a detener y a vigilar durante tanto tiempo.
En fin son miles las historias de Gabriel Valdés que se pueden recordar, pero lo más importante es que fue un gran padre, un tremendo hombre público y por sobre todo uno de los más grandes demócrata cristianos de nuestra patria, hasta siempre don Gabriel y gracias a nombre de Chile.