Frente al cambio climático expertos llaman a pasar a la acción en materia de protección de la biodiversidad vegetal

El VI Congreso Nacional de Flora Nativa estuvo marcado por la discusión en torno al calentamiento global, el impacto de la industria silvoagropecuaria y la importancia de la COP25, finalizando con un llamado de los expertos a las autoridades a pasar a la acción en materia de protección de la biodiversidad.

El encuentro, que reunió en la capital del Maule a más de 250 personas de todo Chile, fue organizado por la Universidad de Talca, con colaboración de la Pontificia Universidad Católica y el Vivero Pumahuida.

Hermine Vogel, decana de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca, inauguró la actividad señalando que “la flora nativa chilena es un patrimonio único, la mayoría son especies adaptadas y resistentes a condiciones inhóspitas con estrés hídrico y fuerte radiación solar y, en el actual contexto planetario, se hacen muy necesarias para enfrentar el cambio climático y la sobrevivencia humana”.

En tanto, Fernando Santibáñez, agroclimatólogo de la Universidad de Chile, manifestó que “no podemos arriesgar el patrimonio natural simplemente por inactividad, por lo tanto la invitación es al mundo político a tomar esto muy en serio y empezar a trabajar con un plan de adaptación muy serio y en los foros internacionales, como el COP25, exigir compromisos mucho más importantes en lo que es la detención de las emisiones de CO2 en plazos mucho más cercanos de lo previsto, sino seguiremos acumulando COP y el dióxido de carbono sigue subiendo”.

Por su parte, José San Martín, doctor en recursos naturales de la UTalca, expresó que “aunque parezca utópico hay que pedirle a los políticos que tomen conciencia y se sensibilicen frente al problema de la pérdida de biodiversidad, porque no se ve una relación entre lo que plantea la ciencia, lo que realmente sucede y con lo que los políticos deberían considerar”.

IMPACTO SILVOAGROPECUARIO

La actividad productiva y los ecosistemas del valle central del país es la zona donde más impacto tiene un contexto ambiental agresivo, según los expertos y advierten que las plantaciones tenderán a desplazarse al sur destruyendo la flora silvestre y la provisión de agua de las pequeñas comunidades. “Se están eliminando formaciones nativas para desarrollar los nuevos cultivos, eliminando importantes superficies de bosques nativo y en muchos casos afectando la provisión de agua de los campesinos y los pequeños propietarios que están en el entorno”, señaló Sergio Donoso, académico de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile.

En esa misma línea agregó que “el sector agrícola es uno de los más desregulados respecto del impacto ambiental que generan sus acciones y las plantaciones de pinos que se vieron afectadas por los incendios hoy tienen una gran cantidad de regeneración y dejarlos sin desarrollar ninguna gestión puede significar un tremendo problema en la flora y en el uso del territorio”, subrayó el académico.

El investigador también llamó a la industria forestal a “explicitar” el impacto del calentamiento global en su quehacer. “Es evidente que hay pérdidas de producción eso va afectar a los propietarios, al entorno próximo y a la continuidad del modelo productivo y eso es muy importante para las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío”, indicó Donoso.

PREOCUPACIÓN EN EL MAULE

A las consecuencias del calentamiento global se unen los estragos generados por los megaincendios forestales y la acción antrópica. “Las especies más afectadas es la flora costera, son muy pocos los lugares donde existe flora nativa prístina, la mayoría están formados por bosques de pinos y eucaliptus que son monocultivos, también se cortaron para la agricultura, específicamente para plantar cereales en el caso del Maule. En otras palabras la flora nativa representa pequeñas islas en un mar de pinos”, dijo Patricio Peñailillo del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Talca.

Flavia Schiappacasse, ingeniera  agrónomo y académica de la UTalca, precisó que “hay muchos reportes que dicen que hay cerros completos donde hay manchones con plantas secas, zonas donde se murieron los litres, los quillayes, los peumos, es algo que realmente preocupa, la sequía ha sido muy larga”.

El ingeniero forestal y consultor ambiental, Daniel Green, aseguró que “el escenario para el Maule no es alentador por cuanto la temperatura va a ser bastante alta, los cultivos agrícolas que conocemos van a dejar de existir, se van a desplazar hacia el sur y en 25 años más habrá aquí una zona árida”.

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