Seis destacados emprendedores dieciocheros de la Región del Maule recibieron un capital individual de $400 mil de parte del FOSIS, tras ser resultar ganadores del programa especial “100 Emprendedores para este 18” enfocado en personas que rescatan tradiciones chilenas con su trabajo.
La actividad de premiación fue encabezada por el gobernador de Talca, José Antonio Arellano; el Seremi de Desarrollo Social, Jaime Suárez, y la directora regional (s) del FOSIS, Claudia Sepúlveda.
Este programa fue diseñado para apoyar el mejoramiento de la actividad económica de microempresarios vulnerables de nuestro país, que se dedican a una actividad que rescata las tradiciones patrias, generando un instrumento de fomento productivo.
“Es un proyecto autogestionado; es decir, los emprendedores ganadores recibirán en efectivo el capital semilla y serán ellos mismos, luego de asesorías del equipo del FOSIS, quienes comprarán lo que estimen necesario para potenciar su emprendimiento”, explicó Claudia Sepúlveda.
Postularon a este programa cerca de 200 emprendedores con una actividad económica independiente relacionada con la identidad y costumbre nacional. Sin embargo, sólo seis fueron los ganadores.
Las autoridades felicitaron a cada uno de ellos y agradecieron el aporte que hacen a la preservación de costumbres y tradiciones chilenas.
USUARIOS GANADORES
Carmencita Valdés: Artista Linarense. Lleva 17 años dedicada a la música chilena y su talento lo ha llevado por diversos eventos criollos a lo largo del país y el extranjero. Ha estado en los últimos campeonatos nacionales de rodeo y como parte de la escuadra ecuestre “Palmas de Peñaflor” estuvo en una gira por Europa y le cantó a la Reina Isabel de Inglaterra con motivo de sus Bodas de Diamante. A la fecha, tiene ocho producciones musicales grabadas con temas propios y recopilaciones.
Dagoberto Reyes Espinoza: Artesano de Linares. Su emprendimiento dieciochero es la fabricación de trompos de madera, oficio que heredó de su padre, dueño de una ya desaparecida mueblería en esta ciudad. “Me siento orgulloso de elaborar este típico juego criollo y de contribuir a rescatarlo para las actuales y futuras generaciones”, señaló.
María del Pilar Medina Hernández: Es de la comuna de Romeral, provincia de Curicó, y junto a su marido se dedica a la talabartería. Precisamente de él aprendió este arte de trabajar el cuero, con el que da forma a riendas, lazos y cinturones, entre otros.
Luis Alberto Lagos Yáñez: Proviene de la comuna de Constitución. Desde hace tres años se dedica a confeccionar finas artesanías en madera, que rescatan elementos de nuestra chilenidad, tales como emboques, copihues, trompos, yugos, entre otros.
Adriana del Pilar Fuentes Ramos: Pertenece a una familia de Talca dedicada desde hace veinte años a la elaboración de volantines. En su casa, del barrio norte de la capital regional, se juntan padre, hijos y hermanos para dar formas y colorido a cometas, pavos y volantines en general, que más tarde surcarán los cielos de la ciudad.
José Osvaldo Salvatierra Cordero: Es de la comuna de Vichuquén y su emprendimiento dieciochero es la confección de chupallas de paja. Este oficio lo practica desde hace 30 años y lo aprendió mirando a unos vecinos suyos. Hoy, es el único que desarrolla este trabajo en la zona donde vive. Se siente orgulloso de lo que hace y lo que más disfruta es cuando está en la etapa de armado y decoración de sus chupallas.
“Para elegir la mejor chupalla, ésta debe calzar perfecta para que no se le mueva para todos lados o se caiga. Hay que fíjarse en las costuras, que deben ser finas y firmes y nunca se le hace un nudo ciego al cordón. Si quiere una chupalla para el trabajo, le sirve cualquiera, pero para salir de paseo o vestir de huaso, debe fijarse en los detalles como el color y las terminaciones; es más elegante”, explicó.
CIFRAS EMPRENDIMIENTO
El FOSIS apoya cada año a 100 mil emprendedores populares en todo el país, los que en promedio incrementan sus ingresos individuales en un 54% luego de participar en nuestros programas. Esto equivale en promedio a $80.383.
El ingreso total promedio del hogar de los emprendedores es $233.251 antes de participar en los programas de emprendimiento del FOSIS. Al finalizar los talleres, los ingresos totales bordean los $290.000 en promedio.
El promedio de ventas mensuales de los microempresarios/as al iniciar los programas equivale a $173.407 y al finalizar es $261.296. Con respecto a las utilidades mensuales promedio, al iniciar los programas equivalen a $91.715 y al finalizar el programa este aumenta a $153.897.
De los y las emprendedores/as que declaran alguna actividad productiva, el 16% se dedica a la prestación de servicios, un 47% trabaja en el sector de la producción y un 37% trabaja en el comercio.
En Chile existen 1.730.000 emprendimientos, de los cuales el 59% son informales, los que equivalen de 1 millón de emprendimientos. (Fuente: Encuesta de Micro emprendimiento, Año 2011). Que sean informales implica que no pagan impuestos.
El 48% de estas empresas se crean por necesidad y por lo general no se formalizan porque son empresas demasiado pequeñas (39%), y formalizarse es un costo muy grande.
De los emprendimiento informales, el 67% corresponden a hombres y el 33% son mujeres. La mitad alcanzó Educación Básica (51%) y sólo el 7% tiene educación superior, mientras que el 22% de microempresarios formales alcanzó este nivel educacional.
Estos emprendedores se concentran entre los 34 y 55 años de edad (sobre todo 44-55) y el promedio de ingreso $181.752 vs. $2.375.664 en microempresas formales.