Exposición Fronteras propone 6 miradas al paisaje

La exposición “Fronteras”- que se inauguró el 1 de septiembre y estará abierta al público hasta el 25 del mismo mes- es una iniciativa de la artista Ángela Cura quien convocó a un grupo de creadores visuales residentes en la Región Metropolitana, bajo el concepto de paisaje: con este pie forzado y tomando en cuenta el lugar donde se exhibe esta muestra se busca presentar un contrapunto entre lo urbano y lo rural, y entre los conceptos de artificial y natural con lo que generalmente se asocian estos paisajes, y al mismo tiempo cuestionar estas categorizaciones. De esta manera la exposición Fronteras alude a los límites del paisaje en nuestro territorio, al sentido que actualmente tiene la categoría de natural y artificial, rural y urbano en nuestro entorno y a la visión que se tiene del paisaje desde la mirada del santiaguino. Por otro lado el título de la muestra alude a los límites entre los lenguajes artísticos que en ella se presentan.

La heterogénea exposición está conformada por esculturas, pinturas y fotografía. Aarón Ortega nos presenta una sobria escultura conformada por una caja de acrílico transparente suspendida en el aire y atravesada por una luz de neón, que alude a la artificiosidad del paisaje en las grandes urbes, donde nos vemos frecuentemente invadidos por estímulos visuales y muchas veces enceguecidos por ellos. El artista se interesa por la mecanización y la tecnología como productor de una estética que ha reemplazado a la antigua noción que se tenía de naturaleza. En el polo opuesto aludiendo a lo natural y a lo rural Ángela Cura exhibe una escultura constituida por colas de caballo atadas unas con otras y que descienden desde el cielo de la sala constituyéndose en una suerte de columna blanda de la cual pende una forma tejida con la técnica artesanal del crin de caballo. De esta manera la artista asocia la artesanía y la manualidad con lo natural y como una manifestación de lo patrimonial incontaminado por el artificio de las tecnologías actuales. También abordando la escultura, María Jesús Seguel presenta moldes de yeso que sacó a objetos, y que instala colgando desde el cielo de la sala, invirtiendo así el procedimiento característico de la escultura en vaciado, al presentar la matriz (o molde) como obra, en vez del vaciado que de ahí se saca. En el interior de estos moldes se puede apreciar detalladamente la superficie de los objetos que sirvieron de modelo pintados en dorado. De esta manera en las esculturas se tensionan su tosco exterior de yeso, con su interior dorado trabajado de manera preciosista lo que se extrapola con lo rústico y lo artificial, apelando a esas dos categorías de paisaje. Estas esculturas colgantes tienen una apariencia misteriosa y ambigua que sugiere un paisaje desconocido.

La pintura de paisaje es abordado por Francisca Martínez quien, para esta muestra, realizó paisajes rurales pintados con marcadores y tintas sobre pizarras blancas de gran formato, y en donde, mediante la representación de flores y mariposas, hace una cita a la típica artesanía en crin desarrollada en la localidad de Rari. Estos paisajes son hechos en clave realista, haciendo uso de códigos tradicionales del género, pero utilizando para ello un soporte y una técnica que fácilmente puede borrarse lo que impide su duración en el tiempo y las convierten en pinturas efímeras. La artista María Elena Cárdenas también expone pintura; se trata de una obra compuesta por dos pinturas que se disponen instalatívamente en la sala, ocupando suelo y muro de esta, y representa un fragmento en escala 1.1 de un interior doméstico donde lo que predomina es el suelo de baldosa que varía su perspectiva según la posición del observador. Aborda así el paisaje doméstico, poniendo el interés visual en la noción de perspectiva. Junto a él presenta pinturas de pequeño formato donde se ven personas del mundo campesino y citadino en situación de calle y abandono.

Las fotografías que presenta Rosario Ateaga son un relato de viaje; recorre el territorio nacional fotografiando cielos, vegetación y caminos. Es la idealización del paisaje rural, que por el solo hecho de ser registrado panorámicamente se constituyen en imágenes idealizadas y bucólicas, evidenciando la condición de imagen de postal que adquiere cualquier paisaje alejado de la ciudad a los ojos del santiaguino.

La exposición “Fronteras” se inauguró el jueves 1 de Septiembre y podrá visitarse hasta el 25 de septiembre en el Museo de Arte y Artesanía de Linares ubicado en Av. Valentín Letelier nº 572, Linares.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *