Exposición a plaguicidas de trabajadores agrícolas en el Maule genera bajo desempeño neuropsicológico y neuromotor

Diferencias significativas en cuanto al funcionamiento cognitivo y motor de trabajadores agrícolas expuestos a plaguicidas organofosforados respecto de sus pares no expuestos a estos químicos, arrojó un estudio científico desarrollado durante 2014 por un equipo de investigadores de la U. Católica del Maule, iniciativa financiada por Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud –FONIS SA13I20019- y el apoyo de INDAP Curicó.
En el estudio se evaluó la exposición a través de un cuestionario donde se les consultó a los trabajadores sobre el uso o exposición laboral a organofosforados, y en el caso de los trabajadores agrícolas se consultó el tipo de plaguicida y años de exposición. Además, se realizaron pruebas en primer lugar sobre el funcionamiento neuropsicológico evaluando aspectos como la memoria de trabajo, la velocidad de procesamiento, comprensión verbal, razonamiento perceptual, memoria visual y funcionamiento cognitivo global y por otro lado desde la kinesiología, aspectos neuromotores.
Fue así como entre julio y diciembre, un grupo de 177 trabajadores -93 agrícolas, 84 no agrícolas- provenientes de las comunas Rauco, Teno, Sagrada Familia, Romeral, Molina, San Clemente, Talca, San Rafael, entre otras, se trasladaron al Campus San Miguel de la UCM en Talca, donde se realizaron las mediciones.
Sobre los resultados obtenidos, la Dra. María Teresa Muñoz, quien lideró el equipo de investigadores, señaló que las diferencias fueron significativas, “los trabajadores expuestos a plaguicidas órgano fosforados presentaban en comprensión verbal 3 puntos menos, en velocidad de procesamiento 4 puntos menos, en el ámbito de funcionamiento cognitivo total 4 puntos menos respecto de los trabajadores no expuestos a plaguicidas”.
En cuanto a la evaluación kinesiológica, que fueron coordinadas por el Dr. Eduardo Achú, la investigadora expresó que “en las pruebas neuromotoras, los trabajadores expuestos a plaguicidas tienen más dificultad en lo que es los reflejos profundos y la sensibilidad discriminativa”.
Intoxicaciones recientes
Junto a las pruebas, el grupo de trabajadores además respondió un cuestionario, dinámica que reveló otro tema interesante, como son los síntomas de intoxicación reciente. “Encontramos que el 56% de los trabajadores agrícolas habían presentado síntomas de intoxicación reciente por organofosforados, dentro del periodo de un año, describiendo síntomas como son dolor de cabeza, mareos, visión borrosa, calambres en extremidades inferiores y falta de aire”.
Por otro lado, un 46 % declaró usar elementos de protección personal, mayoritariamente guantes y botas, mientras que las mascarillas son más usadas por trabajadores encargados de aplicar estos plaguicidas.
Urgente Prohibición
Si bien se valora la entrada en vigencia para enero de 2016 del nuevo Reglamento de Aplicación Terrestre recientemente dado a conocer por la autoridad del Ministerio de Salud, para remediar este situación, la Dra. Muñoz, postula otras acciones coordinadas con el aparato público y la propia comunidad afectada. En primer lugar decretar la prohibición de plaguicidas altamente peligrosos que son comúnmente utilizados en los predios en el Maule, como es el Metamidofos –etiqueta roja de rango altamente peligroso- y regular la venta y uso del Clorpirifos –etiqueta amarilla de rango moderadamente peligroso- y, en segundo término se debe intensificar la fiscalización sobre el uso de plaguicidas y capacitar a los trabajadores sobre su autocuidado.
“Esto nos preocupa, porque uno de los efectos que se ha visto en la literatura científica sobre el tema, es que las personas con mayor exposición a plaguicidas organofosforados tienen mayor probabilidad de desarrollar alzheimer, parkirson, deterioro cognitivo y otras enfermedades neurológicas precisamente por los grados de intoxicación que van teniendo en el tiempo. Este grupo de personas tiende a tener un nivel de intoxicación importante”, puntualizó la investigadora.
Finalmente, la Dra. Muñoz, comentó que “la fruta que se exporta desde Chile sale cero residuo, y nosotros consumimos vegetales con niveles adecuados, nada que perturba la norma, pero si uno llega a consumir esta fruta, puede ingerir hasta cinco plaguicidas diferentes en la misma fruta y varios de ellos prohibidos a nivel internacional por principio precautorio, hecho que comprobamos en un anterior estudio sobre el tema”.

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