Estudiantes y académicos de kinesiología analizaron adaptación de la enseñanza y atención de salud en pandemia

Como una forma de actualizar conocimientos en relación a los desafíos en pandemia se realizó la charla online “Telerrehabilitación en Kinesiología”, que apuntó a que los académicos de dicha área relataran experiencias clínicas y pedagógicas en las que han implementado la tecnología como apoyo para cumplir sus objetivos.

El encuentro fue organizado por el Centro Tecnológico de Telerrehabilitación y Neurociencias en el Movimiento Humano (CTTN) de la Universidad de Talca.

Natalia Ibarra, profesional de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTalca y del CTTN ahondó en el tema y señaló que “colegas de la Escuela de Kinesiología, por el contexto de pandemia han debido comenzar a utilizar herramientas tecnológicas, como la gran mayoría de trabajadores, como videollamadas u otras similares, para continuar educando en salud y cumpliendo con los objetivos terapéuticos”.

En esta nueva realidad, la telerrehabilitación ha adquirido mayor importancia y en ese contexto Ibarra señaló que “es un concepto que tiene como objetivo realizar una intervención terapéutica a distancia, utilizando sistemas tecnológicos que permitan hacer videollamadas e idealmente aplicaciones para facilitar las evaluaciones e intervenciones. Esta modalidad en nuestro centro se implementó en 2018, gracias un proyecto FIC-R Maule, que desarrolló un software, (actualmente en actualización, para realizar Terapia VERR”.

En el evento expuso Jorge Gracia, kinesiólogo del CTTN, quien presentó el tema “Telerrehabilitación: Fundamentación y bases para su aplicación”, quien explicó que dicho término es utilizado para describir los servicios de atención en salud, el apoyo y la información que se brinda de forma remota, a través de dispositivos y comunicación digital.

Además, detalló que hay otras formas de telemedicina: teleconsulta, teleinterconsulta (entre personal de salud) y el telemonitoreo, para seguir el estado de salud de un paciente. Sobre éstas e incluyendo a la telerrehabilitación, Gracia señaló que entre sus beneficios cuentan que mejoran el acceso a la salud, así como la calidad de la atención, entre otros.

Por otra parte, el profesional recalcó que en Chile no existe una legislación específica para estas modalidades, sin embargo, dijo, “cada vez estas formas de atención tienen más peso”.

En abril de este año -recalcó el profesional- se incorporaron a la cobertura de Isapres y Fonasa, cinco modalidades remotas en kinesiología de atenciones a pacientes: evaluación kinesiológica (muscular, articular, postural, neurológica y funcional), reeducación motriz, técnicas de relajación, entrenamiento cardiorrespiratorio funcional y atención kinesiológica integral.

Recomendaciones

Gracia explicó que los profesionales de la salud, “previo a una consulta a distancia, deben asegurarse de que los pacientes entienden cómo se desarrollará. El paciente debe recibir información en lenguaje sencillo que le permita tener expectativas claras sobre el tipo de atención que recibirá, sobre las demás opciones de atención disponibles, sobre los costos asociados y sobre la duración aproximada de la teleconsulta o telerrehabilitación”.

Los pacientes que accedan a telemedicina, en tanto, deberán “comprobar que su dispositivo cuente con suficiente batería y conexión adecuada a internet, realizar una prueba de conexión previo a la consulta, tener un registro sobre principales motivos de la consulta, buscar un lugar apto para la teleconsulta, idealmente silencioso y con buena iluminación, y tener a mano la lista de enfermedades, condiciones de salud y medicamentos que toma actualmente, así como los resultados de exámenes e informes de imágenes en formato digital”.

De toda esta serie de modalidades ha surgido otro término, que es la interoperabilidad. Según Jorge Gracia, ésta es la habilidad de los sistemas (en este caso de salud) para trabajar juntos. “No es solo la habilidad de intercambiar información sanitaria, sino que requiere la habilidad de entender lo que se ha intercambiado”, dijo.

Educación y práctica

Por otra parte, la académica de la Escuela de Kinesiología UTalca, Viviana Estrada, experta en gerontología social, destacó la experiencia de su equipo de trabajo en esta crisis sanitaria, apuntando a la salud pública, a la innovación social y a la rehabilitación. “Todos hemos vivido el impacto de la pandemia. Ahora vemos rostros cubiertos y aulas vacías y se concentró la educación en la actualización y transformación digital”, dijo la profesora.

En este sentido, reflexionó que “vimos la poca educación digital de muchos profesores y la brecha digital de los estudiantes. Esta transformación digital en la educación superior y en equipos como el nuestro que trabaja con la comunidad, nos encontró en un contexto desigual por diferentes razones, económicas, geográficas, etcétera. Fue muy fuerte iniciar esta transformación”.

Estrada comentó que por ejemplo, en los módulos de la carrera de Kinesiología: Intervención Comunitaria I y II, “dividimos a los 120 estudiantes en cinco grupos para que trabajen con la comunidad. Algunos están colaborando con Servicio País, en establecimientos de larga estadía, en comunidades escolares, con la Liga Chilena de la Epilepsia, en centros diurnos para personas mayores, incluso algunos trabajan con sus propios abuelos”.

La profesora agregó que “como no hemos tenido formación para hacer trabajo digital hemos tratado de cumplir con la entrega del mensaje. Hicimos seguimiento a los estudiantes para saber cómo han vivido este proceso, si las herramientas tecnológicas les han permitido aprender y al mismo tiempo comunicarse con el usuario, si es capaz de transmitir un servicio digital, si cree que es una oportunidad para el futuro”.

Como conclusión, Viviana Estrada señaló que “a partir de esta experiencia de pandemia se debe repensar el incluir en las mallas curriculares asignaturas asociadas a informática médica. La colaboración, la mirada de equipo, la planificación y una buena comunicación son aspectos clave para el proceso de aprendizaje a distancia”.

La académica agregó que “el trabajo utilizando recursos tecnológicos evidencia una gran brecha digital en nuestra sociedad, pero existe una gran resiliencia y búsqueda de soluciones entre las comunidades para lograr los objetivos”.  Para este equipo -dijo- ha sido un desafío para la creatividad en la búsqueda de soluciones. Además, creemos que se debe integrar al equipo educativo otros profesionales que refuercen habilidades blandas de los/as estudiantes, por ejemplo, psicología”.

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