Estudiantes de ingeniería de UTALCA optimizaron 15 emprendimientos locales

Emprendedores del Fondo Esperanza de la Provincia de Curicó recibieron asesoría de jóvenes utalinos, quienes, como parte de su formación, realizan un proyecto de responsabilidad social.

Que los estudiantes incorporen los conocimientos que adquieren en aula en alguna iniciativa que apoye a la comunidad, es el objetivo de los proyectos de responsabilidad social que desde hace varios años impulsa la Vicerrectoría de Pregrado de la Universidad de Talca (UTALCA) a través de su Programa de Formación Fundamental para el Éxito.

En este contexto, la iniciativa ha firmado una serie de convenios con instituciones estatales y no gubernamentales que desarrollan su labor con beneficiarios, entre las que se destaca el Fondo Esperanza en Curicó, donde alumnos de cuarto año de la Facultad de Ingeniería han intervenido y optimizado el trabajo de alrededor de 120 emprendimientos o pequeñas empresas en los últimos siete años.

“Estas personas necesitan mucho apoyo técnico y tecnológico, y los alumnos los ayudan en esas áreas. Con esto formamos estudiantes que son responsables de las comunidades y que en el futuro se convertirán en profesionales que tienen que sentir un deber frente a la comunidad donde habitan o se desenvuelven”, afirmó la profesora Carolina del Río, directora del programa de la UTALCA.

La académica destacó que en el trabajo con los microempresarios existe un beneficio para ambas partes, ya que los jóvenes “se involucran con las personas a quienes ayudan, trabajan colaborativamente entre los propios estudiantes, incorporando habilidades como el liderazgo, la negociación y la empatía, entre otros, que les permiten desarrollar competencias sociales”, agregó.

FONDO ESPERANZA

Personas que se dedican a la confección de prendas de vestir, pequeños almacenes de barrio y hasta pastelerías fueron algunas de las 15 microempresas del Fondo Esperanza que durante este último semestre recibieron apoyo de los alumnos de la UTALCA en Curicó.

“Fue una experiencia gratificante, aprendimos mucho de ellos, se formó un lazo de amistad y pudimos enseñarles a usar algunas herramientas que esperamos mejoren su negocio, además nosotros desarrollamos nuestras habilidades blandas”, contó Juan Zapata, alumno de Ingeniería Civil Industrial.

Las asesorías finalizaron con una ceremonia en la que estudiantes y emprendedores dieron su testimonio sobre la iniciativa y a estos últimos se les entregó un certificado de participación.

“Trabajé con un excelente grupo de jóvenes que fue un aporte para mí y mi familia, fueron muy amables, responsables, atentos, muy profesionales y humildes, siempre pensando en cómo podían ayudar. Hicieron un diagnóstico y detectaron las falencias de mi negocio, cada semana tenían algo preparado para enseñarnos y al finalizar nos entregaron un hermoso letrero para hacer más visible nuestro emprendimiento y un sistema contable que nos ayudó a ordenarnos, estoy muy agradecida”, indicó Cintia Vega, quien tiene un pequeño almacén en la comuna de Molina.

La jefa de oficina del Fondo Esperanza, Elsa Bezamat, agradeció a la UTALCA la posibilidad de apoyar a sus beneficiarios. “El vínculo que se ha formado con la Universidad ha sido muy significativo para nosotros y para nuestros emprendedores, a quienes les entregan herramientas para que puedan hacer crecer aún más sus negocios. La cercanía que logran entre los alumnos y los microempresarios es muy valiosa y se potencia el capital social”, señaló.

“Nosotros hacemos un seguimiento de los negocios y es ahí donde vemos el impacto positivo que significa para las personas tener nuevas herramientas y habilidades concretas que hacen crecer sus emprendimientos. Además mejoran en su empoderamiento y seguridad, que se observa por ejemplo en las vinculaciones que generan y en su discurso”, puntualizó Bezamat.

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