Encuentra la base de maquillaje perfecta para ti

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Elegir bien la base de maquillaje es una tarea muy complicada que no todas sabemos hacer, es el cosmético que usamos para cubrir las manchas y embellecer el cutis para que tenga una superficie uniforme sobre la cual colocar el resto del maquillaje. Es importante que uses el tono adecuado, porque una base incorrecta es lo que más afea. Hay algunos factores que debes considerar cuando escojas el tono de una base, incluyendo tu tipo de piel, tono y tez.

Un 50% del éxito de la elección y del resultado dependerá del estado en el que se encuentre la piel. Así que, como paso previo, es fundamental exfoliar para conseguir un aspecto uniforme e hidratar para evitar que se cuartee la base de maquillaje.

Tono y matiz. Antes de escoger una base, es mejor determinar algunas cosas sobre tu piel, como tu matiz. Aunque la superficie de tu piel puede cambiar de color por muchas razones, como la exposición al sol, tu matiz siempre será el mismo. Por lo tanto, determinar tu matiz te ayudará a escoger el color de base adecuado. En general, las personas encajan en uno de los tres matices: cálido, frío o neutro.

Las pruebas para determinar cuál es tu matiz implican evaluar tu color de cabello y ojos, con qué colores te ves mejor, cómo reaccionas al sol y el color de tus venas. Si tienes el cabello negro, castaño o rubio junto con ojos verdes, grises o azules son una señal de un matiz frío. Los ojos de color avellana, marrón o ámbar junto con el cabello negro, caoba o rubio fresa indican un matiz cálido. Las personas de matices fríos suelen ponerse de un color rosa o se queman con facilidad bajo el sol, mientras que las personas de matices cálidos se broncean bajo el sol.

Texturas
Debes saber cuál es la mejor base para tu tipo de piel. Aunque saber si tu piel es seca o grasa no te ayudará a escoger un tono de base, te ayudará a escoger el tipo de base adecuado. La piel puede ser grasa, seca o mixta, y normal o sensible.
– Piel grasa: base fluida, sin aceite y de acabado mate.
– Piel seca: base en crema o fluida ligera
– Piel sensible: base hipoalergénica y sin fragancia.
– Base en polvo: la mejor opción para las pieles grasas o con una persistente zona T, pues absorben el exceso de grasa y evitan el desplazamiento del color y los brillos. Es una mezcla de maquillaje y polvos que se aplica con una esponjita de manera sencilla. Resulta muy sutil, es rápido y permite retocarse (previamente, hay que retirar la grasa con un pañuelo de papel).
En mousse: curiosa textura que se transforma en espuma gracias a su difusor. Es muy ligera, y las mejores candidatas son las pieles jóvenes sin imperfecciones. Lo negativo es que tiene un formato que apenas se ha comercializado en España.
– Escoge una base que te ofrezca una cobertura completa o media si tienes un cutis desigual y quieres cubrir la mayor parte de tu piel. De lo contrario, busca una base que te ofrezca una cobertura parcial o transparente si tu cutis es bastante uniforme y quieres un look más natural.
– Siempre es una buena idea comprar una base con FPS, porque aporta una pequeña cantidad de protección contra los rayos UVA y UVB.

Escoge la base. La mejor base es la que desaparece en tu piel. Se supone que la base no se debe ver, te debe brindar un lienzo uniforme sobre el cual trabajar. Usa las muestras en la línea de tu mandíbula para determinar qué base se integra mejor en tu piel. Ese es el tono de base que cubrirá mejor las manchas y el enrojecimiento al mismo tiempo se ve natural.

Aplicación. La regla de oro es comenzar aplicando la base por la zona central y en vertical al rostro, colocando una pequeña cantidad de producto en la frente, nariz, barbilla y pómulos. Hay que difuminar el producto hacia los laterales y hacia el cuello, y aplicar la cantidad justa para evitar el ‘efecto máscara’, ¡¡¡NO me cansaré de decirlo!!!

Trucos
– Siempre debes desmaquillarte e hidratar antes de dormir y después de levantarte y empezar a maquillar.
– Ya sea que hayas comprado la base incorrecta y no la puedas cambiar, puedes personalizar el color de tu base para crear algo que haga más juego con tu piel. Una manera de aclarar la base es mezclarla con: crema hidratante, prebase, una base más clara o corrector.
– Para oscurecer una base que sea muy clara, agrégale colorete o corrector, también la puedes mezclar con un bronceador.
– Recomiendo aplicar un tono de base lo más parecido al tuyo para poner en las zonas donde tengamos manchas que disimular o rojeces que tapar; esto nos aportará una piel más sana, joven y ligera. Si se quiere dar un toque más oscuro, sugiero los polvos de sol, más naturales que la base de maquillaje, siempre que hayamos disimulado previamente las imperfecciones con la base.
– La textura no siempre debe de cambiar, pero sí el color y la cantidad de maquillaje que debemos aplicar, porque en verano la piel está más morena, y tendemos a utilizar maquillajes más sutiles y naturales, y bases más ligeras. Podríamos seguir utilizando el mismo, pero con mucha menos cantidad y unos tonos más oscuros que en invierno.
– Es posible que quieras una base más clara para el invierno y una más oscura para el verano si pasas mucho tiempo afuera y sueles broncearte.
– Cambia las esponjas de maquillaje y limpia bien tus brochas con frecuencia si los usas para ponerte base, porque pueden albergar gérmenes y bacterias.

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