El caso de Martín Larraín Hurtado [columna]

Por: Luis Edo. Marqués Silva de Balboa, presidente de Cormaule.

El hijo de Carlos Larraín Peña, ex senador por reemplazo, ex presidente del Partido Renovación Nacional ha gastado sumas siderales en defender a su hijo Martín de los estragos que ha dejado el accidente mortal sufrido en la zona de Cauquenes donde el atropellado falleció.
Martín iba acompañado de amigos con quienes disfrutaba de los atributos de su juventud.
Hay una inmensa cantidad de detalles poco claros en las conductas de todos, se ha mentido, se ha distorsionado y manipulado los hechos.
Resulta paradojal que una de las interesadas en que la justicia funcione y que funcione bien, terminó retirando la denuncia y querella, todo eso “sin conocimiento alguno de su abogado”, cosa aún más curiosa. Este “retiro” de la acción penal ha permitido muchas cosas en el proceso y sin duda obedece una muy prolija y cerebral estrategia procesal.
A la luz de los comunes y silvestres ciudadanos actuó “ el poderoso señor don dinero “, por lo que ha quedado en la ciudadanía la justa sensación que hay a lo menos dos justicias, una para los pobres y otra magnánima para los ricos y poderosos. Eso no le hace bien al país.
Esto ha aumentado cuando las intenciones de Revisión de los procedimientos, se ha producido “una defensa corporativa” del gremio de los jueces hacia sus colegas que actuaron en el proceso. Seguimos, entonces, por el sendero de lo insólito.
Más extraño resulta que los jueces hayan llegado a la convicción que los coimputados Sebastian Edwards y Sofía Gaete fueron encontrados culpables en sus respectivos delitos, y no fue encontrado culpable el actor principal, todo en base a lo que se acusa a Carabineros de Chile por errores en los reportes del SIAT de Talca y Cauquenes, finalmente la Fiscalía valida esos informes y considera que sí se dan todas las condiciones del tipo penal en que incurrió Martín Larrain.
El Presidente Regional de los Jueces de la Séptima Región califica de “valientes” a sus colegas que absolvieron a Larraín. Llama la atención el adjetivo que usa el dirigente gremial, ya que pensamos que la valentía, gran atributo humano, no es el que debe usar un Juez, sino es la equidad y la transparencia legal en su actuar. La valentía es propia de otras actividades, como los toreros o los paracaidistas, no los jueces.
Pero, porqué tendrían que ser valientes estos jueces? La valentía es comúnmente una reacción al temor. Cuál será el temor que tuvieron los jueces como para haber recurrido a la valentía?
Si esa valentía es perdurable, ¿Por qué se oponen a que la Corte revise el proceso ?.
Estamos frente a un proceso clave para la administración de justicia en un pequeño pueblo que se espera menos vulnerable a los grandes poderes, o a veces infinitamente más vulnerable.-
En todo caso, no sería bueno que la palabra final de la Sala de Audiencias se haya pronunciado. No será bueno sobre todo para quien goza de haber sido absuelto, pero brutalmente condenado por la opinión pública bajo numerosas y muy raras sensaciones, aromas y rumores.
Todo tiene el aire de lo inconcluso.
Debería ser su padre, el mismo imputado absuelto quién pida la Revisión y el pronunciamiento de una Corte.
Esperamos que ese sea el camino.-

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