Personas confinadas, empresas paralizadas o a medio gas y sumidas en expedientes de regulación de empleo. Fronteras cerradas. El COVID19 es el causante del estancamiento de la mayor parte de la economía mundial. La “nueva realidad” que dará paso a la “nueva normalidad”, nos va a obligar a aprender a convivir con este nuevo virus, adaptándonos a las restricciones que necesariamente se impondrán en nuestras vidas y que serán imprescindibles para lograr sobrellevar la inesperada situación.
A pesar de que hasta la fecha no existe una vacuna contra el SARS-CoV-2, ya se está dando luz verde en países como EE. UU. y Japón al medicamento antiviral remdesivir como tratamiento para los pacientes afectados por el coronavirus, en lo que parece una puerta a la esperanza para conseguir controlar una enfermedad que ya se ha cobrado la vida de innumerables víctimas, a la vez que provoca un caos económico sin precedentes en la historia reciente.
El desastre del petróleo
En el mes de febrero, la demanda de crudo en China -la primera afectada por la rápida expansión del virus- disminuyó en tres millones de barriles diarios y, a día de hoy, con el mundo prácticamente paralizado a causa del inevitable confinamiento, la reducción en el consumo de energía es más que considerable, provocando que la demanda haya sufrido un descalabro de proporciones gigantescas a nivel mundial, de modo que la Agencia Internacional de Energía en su informe de marzo anunció que la demanda de petróleo caería en 2020 por vez primera desde el año 2008.
Y así ha sido, llegando incluso a la inédita situación de que el barril de crudo WTI alcance valores negativos –desplomándose más de un 300% alcanzando un precio de -37,63 dólares el barril- debido al problema de almacenamiento que conlleva la sobreoferta de dicha materia prima. Y aunque finalmente, tras el encontronazo entre Rusia y Arabia Saudita, se llegó a un acuerdo para reducir la producción de crudo, no parece que vaya a ser suficiente y es probable que tenga que negociarse un nuevo acuerdo para volver a recortar la producción.
¿Cuál es la realidad del Brent y del WTI?
Actualmente el precio del BRENT se sitúa cerca de los 30 dólares, hecho que podría estar relacionado con el relajamiento en las medidas de confinamiento en cuanto a movilidad y actividad económica de las empresas.
Por otro lado, el WTI se desploma hasta algo más de los 24 dólares, y a pesar de que la Comisión de Ferrocarriles de Texas no está decidida a regular por el momento la producción, ésta ha disminuido desde el comienzo de la crisis en aproximadamente un millón de barriles al día. Mientras, el presidente Trump –ante la amenaza de que cientos de empresas petroleras estadounidenses vayan a la quiebra- ha anunciado que rebajará la producción en 250.000 barriles diarios tras alcanzar un acuerdo con el presidente AMLO para que México reduzca su producción en 100.000 barriles.
En medio de guerras de precios y medidas de contención algunas empresas como Repsol consiguen repuntar, y sus títulos apuntan una subida del 3%, hecho que ha sido destacado por Morgan Stanley y calificado por UBS, como un éxito en la adaptación a este nuevo escenario.
Opciones de inversión
A pesar de la incertidumbre reinante en las bolsas, los usuarios de trading online podrían querer intentar obtener rentabilidad en este escenario. Sin embargo, a pesar de que cuando se realiza trading online se pueden negociar los activos financieros al alza o a la baja, en caso de que esa sea nuestra previsión, la coyuntura actual de caos en los mercados, incertidumbre y extrema volatilidad también supone serios riesgos para el capital que hay que tener muy en cuenta, los mercados no garantizan nada y mucho menos ahora.
Uno de los productos, derivados, que se pueden utilizar para la especulación en el trading online son los CFD o «Contrato por Diferencia» sobre materias primas como el crudo. Y en tal caso tomar posiciones al alza o a la baja. No obstante, aunque el apalancamiento inherente al trading de CFDs -apalancamiento viene de “usar palanca”, es decir, hacer uso de deuda para aumentar el valor de una inversión- puede producir grandes ganancias, no es menos cierto que las posibles pérdidas son muy elevadas también, pudiendo provocar importantes mermas de capital, por lo que resulta imprescindible aprender a operar con CFD y contar con amplios conocimientos en cuanto al funcionamiento y comportamiento del mercado y esta manera de operar en concreto antes de empezar si así lo hemos decidido. El entrenamiento y el estudio nos dará la oportunidad de intuir si esto es para nosotros o no.
Y por supuesto, si elegimos un bróker online, recordemos buscar información veraz de otros traders sobre el bróker y su plataforma, las regulaciones a las que se atiene, y, tampoco estaría mal considerar que nuestro bróker ofrezca la herramienta de protección contra balances negativos, para que no sea posible perder más de lo depositado debido al apalancamiento si nos va mal.