Días inolvidables [columna de Carmela]

Cuando me dijeron que fueron dos semanas inolvidables, me quise morir. Me pregunté de inmediato qué fue lo especial que hizo a un hombre recordarlo por tanto tiempo. Tanto, que el mensaje llegó de madrugada después de haber bebido bastante, eso dijo, quizás para culpar al alcohol si es que no tenía respuesta positiva.
Pero, ¿qué lo hizo volver a recordar?, ¿qué fue lo que lo hizo volver atrás? Quizás muchas hemos esperado este mensaje, porque es bastante sugerente y todas hemos querido ser inolvidables. Pero sólo algunas tienen ese reconocimiento. A estas alturas ya no importa si eran besos correspondidos, sino que importa como 14 días pueden valer más que años, valer más que conocerse, aceptarse, quererse y estar siempre presente. Valen tantos esos días que incluso, lo son más que los planes futuros que se tengan en mente.
No me dejo de preguntar lo que hizo a este hombre recordarlo siempre. Incluso después de una intensa semana de juramentos envueltos en entrega profunda. Quisiera hacer preguntas al respecto, volver a leer ese mensaje y poder descubrir las razones que tuvo para tomar el teléfono y escribirlo.
¿Pero cuánto tiempo más debo seguir esperando para que esas respuestas lleguen? Quiero saber, porque me emociona descubrir cómo se logra llegar a ser tan especial para alguien, aunque ese mensaje no haya sido para mí, porque ese reconocimiento sólo es de algunas y me muero por ser yo algún día.

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