Desde el cultivo del chagual al uso de lodos como biofertilizantes

“Este día de campo mostróasistentes más empoderados que en años anteriores, con claridad en sus demandas”, indicó la coordinadora general de esta actividad de transferencia tecnológica, Viviana Barahona, ingeniero agrónomo del Centro Experimental Cauquenes de INIA Raihuén. La profesional agregó que “en su gran mayoría se trata de productores que han venido en años anteriores y que ya se sienten capaces de replicar en sus predios lo que ven durante el día de campo, lo que sin duda es muy gratificante para nosotros”.

Barahona indicó que en este encuentro con productores que tuvo por lema “La agricultura del secano y el cambio climático”,el énfasis estuvo puesto en las praderas para animales, ya que “éste ha sido un año muy difícil y con poco pasto natural por la escasez de lluvias y por la presencia de heladas. Entonces, las alternativas forrajeras que presentamos pueden ser incorporadas por cualquier productor en su propio campo”.

La agrónomo de INIA Cauquenes resaltó las alternativas forrajeras anuales destinadas a dar suplemento alimenticio en los momentos más críticos (otoños y veranos).También destacó la presencia de otros recursos para pastoreo como las alfalfas y algunas gramíneas que “constituyen una pradera de calidad y que puede acompañar al productor por varios años”.

Chagual y lodos

Ocho fueron las estaciones técnicas dispuestas para el día de campo en INIA Cauquenes, siendo éstas “Variedades de trigo adaptadas al secano”, “Módulo de frutillas en sustratos”; “Reproductores para las masas bovinas”; “Evaluación de alternativas forrajeras para el secano”; “Control de malezas en el cultivo de alfalfas de secano”; y “Variedades de alfalfas de secano”.

A pesar de que todas fueron seguidas con atención, dos fueron destacadas por ser muy poco comunes: “Cultivo, manejo y cosecha no destructiva del Chagual” y “Uso de lodos en praderas de secano”.

El chagual es una planta de climas áridos muy vinculado al secano de Cauquenes,pero que existe naturalmente entre las regiones de Coquimbo y Biobío. Su gran roseta (o corazón)es la que puede ser consumida como ensaladas. “Cuando los productores toman conciencia de que se trata de un recurso de la zona del secano y de que tiene que ser protegido y que es productivo cuando existe un buen manejo, puede generar utilidades económicas a sus cultores” sostuvo la investigadora de INIA a cargo de la estación, Marisol Reyes.

Por otro lado, la estación de los lodos en praderas, a cargo de la Investigadora de INIA Cecilia Céspedes fue una de las más comentadas al mostrar un biofertilizante para cultivos. Fruto de un convenio entre INIA y la empresa NuevoSur, los lodos surgen como un subproducto del tratamiento de aguas servidas que son utilizadas como enmiendas orgánicas para el suelo con un importante aporte de nutrientes, lo que mejora el rendimiento de los cultivos.

Al día de campo de INIA Cauquenes llegaron unos 400 productores de cinco regiones del centro del país, además de autoridades regionales, provinciales y comunales, entre las que se encontraban la Seremi de Agricultura Carolina Torres; el Gobernador de Cauquenes, Francisco José Ruiz; la Consejera Regional, María del Carmen Pérez;el Director Regional (s) de INDAP, José Velásquez;  el Alcalde de Empedrado, Manuel Báez; y el Subdirector de INIA Cauquenes, Fernando Fernández.

Autoridades destacaron entrega de información

La seremi de agricultura del Maule, Carolina Torres, felicitó a los agricultores por “las ganas de seguir aprendiendo de la agricultura del secano”. Resaltó la alianza entre INIA e INDAP para contar con la presencia de pequeños productores en el día de campo, donde “se muestran cosas tan novedosas como los macrotúneles con frutillas y el uso de lodos provenientes del tratamiento de aguas servidas que se usan como abonos en las praderas, y también cosas más tradicionales como la producción de alfalfas”.

En el mismo sentido, el Gobernador de la provincia de Cauquenes,Francisco José Ruiz,valoró el trabajo que hacen los Prodesal y el INIA para que los productores incorporen los conocimientos y les permita emprender y mejorar sus calidades de vida. Refiriéndose a la estación de lodos como fertilizantes naturales, sostuvo que “el hecho de que veamos estas nuevas tecnologías que reutilizan los desechos que producimos nosotros como población es muy bueno”, destacando el trabajo conjunto que está realizando INIA con Aguas Nuevosur.

La voz de los productores

Proveniente del sector Quella Sur de Barriales (provincia de Cauquenes), la señora María Angélica Malverdi, pequeña productora dedicada a las ovejas, trigo y viñas se mostró muy agradecida por lo que vio. “No sabía que habían algunos trigos para hacer pan y otros trigos para hacer tallarines. Ahora sé que son variedades diferentes”. También valoró mucho la estación técnica de los lodos indicando que “es sorprendente que después del proceso de las aguas servidas, todo el material que queda se puede ocupar como un abono importante. Pensaba que se iba a llenar de moscas, pero nada de eso”. También se sintió impresionada con el desarrollo de la alfalfa a las que vio “muy bonitas para los animales”. Finalmente manifestó que “con la visita se me despejaron todas las dudas”, recalcando que “volveré el próximo año para ver con qué nuevas experiencias me encuentro”.

Por otro lado, don Gumercindo Rojas pequeño productor de trigo y viñas, también del sector Quella Sur, dijo estar muy satisfecho con lo que vio. “Gracias a los trabajos mostrados por la gente del INIA pude entender lo importante que es el paso del tiempo para que se generen las variedades y para que después las pongan a disposición de los pequeños agricultores. Estamos agradecidos por lo que han hecho desde el punto de vista técnico, pero lo que nos falta es la comercialización, especialmente, con respecto a la uva como es mi caso”. Al concluir el recorrido, destacó lo aprendido para generar distintos tipos de forraje y en especial la alfalfa.

En tanto, la señora María Cancino del sector Pocillas, se sintió muy atraída por la producción de frutillas en macrotúneles, mientras que don Carlos Valenzuela de las cercanías de Curimaqui, se inclinó por lo aprendido en trigo y la presencia de las variedades para cada zona.

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