Cuidarse de los cambios bruscos de temperatura y de la calidad del aire contribuye a “pasar agosto”

Durante el séptimo y octavo mes del año, en el invierno, disminuyen considerablemente las temperaturas y con ello aumentan los riesgos de que los adultos mayores padezcan diversas enfermedades. Según explica el doctor Iván Palomo, director del Programa de Investigación de Excelencia Interdisciplinaria en Envejecimiento Saludable (Piei-Es) de la Universidad de Talca, durante este periodo se incrementa en un 20% aproximadamente la mortalidad para este grupo etario.

Los cambios drásticos de temperatura, la mala calidad del aire, el aumento del encierro y falta de ventilación de los ambientes (contaminación intradomiciliaria), facilitan la transmisión de virus y bacterias, con ello se generan enfermedades respiratorias y las exacerbaciones de patologías crónicas, como asma y la enfermedad pulmonar obstructivas crónica (EPOC), entre otras.

Es por ello, que Palomo recomienda frente a las bajas temperaturas tomar previsiones que permitan disminuir los riesgos de contraer enfermedades. En el caso de la vestimenta aconseja vestir en tres capas. La primera, debe ser de camiseta y pantalón largo ajustados al cuerpo, imitando una segunda piel, su función es absorber la humedad y mantener la piel seca y caliente. La segunda, debe conservar el calor corporal aislando la humedad, podrían cortavientos. La última capa, resguarda y sirve de barrera contra el viento, la lluvia y la nieve, por ejemplo, una casaca, parka gruesa o abrigo.

En cuanto a la alimentación, las personas de la tercera edad deben mantener una dieta balanceada, rica en alimentos que contengan mayor cantidad de antioxidantes para reforzar el sistema inmune que protege de infecciones.

“Es bueno aprovechar las verduras de color verde oscuro como brócoli, espinacas, acelgas y alimentos ricos en vitamina D. También los frutos secos son una opción importante como refuerzo energético frente a bajas temperaturas, ya que el cuerpo gasta energía para mantener la temperatura corporal”, resalta.
Durante este periodo del año incrementa el consumo de bebidas calientes. Se recomienda que la temperatura no exceda los 75°C ya consumir reiteradamente alimentos a mayor temperatura podría afectar la mucosa del esófago. En el caso del café, los adultos mayores que padezcan de patología cardiacas deben consumir máximo cuatro tazas por día.

Ejercicios y vitaminas

Otro aspecto que ayudará a “pasar agosto” a los adultos mayores será realizar ejercicios de resistencia, fuerza, equilibrio y flexibilidad. Los primeros aumentan la respiración y la frecuencia cardíaca, tal es el caso de caminatas, correr, bailar, nadar y andar en bicicleta. Los ejercicios de fuerza fortalecen los músculos y evitan la pérdida de masa muscular o sarcopenia como por ejemplo levantar pesas livianas o usar bandas elásticas. Asimismo, los ejercicios de equilibrio y de flexibilidad ayudan estiran los músculos y mejorar el equilibrio como el yoga, taichí, y otros.

Realizar ejercicios cinco veces por semanas con una duración de 20 a 30 minutos por sesión, aunado al consumo de vitamina D ayuda a la prevención de las enfermedades típicas del invierno.

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