Heridas cortopunzantes y quemaduras sufrieron cuatro gendarmes al intentar controlar el inicio de un motín en la Cárcel de Linares.

«A la hora del encierro de la población penal, un grupo de imputados, aproximadamente 30, comenzaron a realizar desórdenes, por lo que el personal de servicio debió reducirlos y hacer uso de elementos disuasivos para controlar la situación», dijo el director regional de Gendarmería, José Luis Meza.

Las quemaduras de los funcionarios de Gendarmería, fueron el resultado del ataque de los internos con agua caliente, cuando los efectivos intentaron establecer el orden.

Los antecedentes fueron puestos a disposición del Ministerio Público para que se dé curso a la respectiva investigación.

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