Conoce los efectos desconocidos de sentarse con las piernas cruzadas

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Si hacemos caso a los consejos de la película Princesa por sorpresa, una señorita nunca debe cruzar las piernas al sentarse. Pero al margen de intentar mantener la postura más majestuosa posible, hay otros tantos rumores médicos (terribles) acerca de por qué hay que evitarlo.

¿Pero existe alguna base científica real tras la idea de que sentarse con las piernas cruzadas puede ser perjudicial para la salud? Te contamos todo lo que debes saber.

Las varices (y el dolor punzante y molesto que tiende a acompañarlas) suelen asociarse al hecho de sentarse con las piernas cruzadas, pero es un cuento de viejas. Para evitarlas, deberías dejar de preocuparte por cómo te sientas y, en lugar de eso, hacer ejercicio regularmente, evitar periodos largos de dependencia de las piernas y cruzar dedos, porque las varices son hereditarias.

¿Y qué ocurre con otras dolencias como daños en los nervios, la tensión arterial alta y malas posturas, que a veces se relacionan con esta forma concreta de sentarse? Pues resulta que hay algunas pruebas de que sentarse con las piernas cruzadas puede provocar estas dolencias. Pero antes de que cunda el pánico, debes saber que los efectos son, sobre todo, temporales.

Puede ser que se te duerman los pies, pero no debes preocuparte por un posible daño más grave en los nervios. Al cruzar las piernas, presionamos el nervio peroneo, que está situado detrás de la rodilla y transmite las sensaciones a las piernas y a los pies. Al descruzarlas, la presión se libera y todo vuelve a la normalidad.

Un estudio publicado en el Journal of Clinical Nursing relaciona el hecho de cruzar las piernas con tener la tensión arterial alta. Pero aunque sentarse en esta postura provoca una subida de la tensión arterial, de nuevo, ésta recupera sus valores normales cuando descruzamos las piernas. Sin embargo, es evidente que nadie quiere tener la tensión por las nubes durante horas, así que, si por defecto te sientas así, asegúrate de que estiras las piernas o te levantas a caminar cada 15 ó 20 minutos.

Por último, existe la creencia de que sentarse siempre con las piernas cruzadas puede dañar seriamente tu postura (lo que, a su vez, puede influir en todo, desde el sistema digestivo hasta los niveles de estrés). Esto es parcialmente cierto.

Si te aseguras de sentarte en una posición bien erguida, no sufrirás ningún efecto postural adverso, pero el problema es que, al cruzar las piernas, tendemos a encorvarnos. Mientras eso no ocurra, puedes sentarte como quieras.

Conclusión: cruzar las piernas no te matará; simplemente, asegúrate de estirarlas de vez en cuando.

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