Con una visita inspectiva al colegio San Antonio en Talca y un llamado a que padres y apoderados colaboren con la supervisión, la secretaria regional ministerial (seremi) de Educación, María Luisa Collarte, dio oficialmente el ‘vamos’ al nuevo modelo de fiscalización que el ministerio del ramo comenzó a aplicar en el país.

Collarte destacó que el nuevo modelo busca intensificar en cantidad y rigurosidad los controles que Mineduc aplica a los establecimientos municipales y particulares subvencionados, de modo de asegurar a los estudiantes y docentes el correcto funcionamiento de éstos y evitar irregularidades tanto administrativas como de infraestructura.

Agregó que gracias al perfeccionamiento de los procedimientos y el énfasis en el trabajo de supervisión que se ha impulsado desde el ministerio, a nivel regional se ha logrado aumentar en un 46% el número de fiscalizaciones y se ha detectado infracciones en 20 establecimientos a los que se ha calificado como ‘condicionales’ y que, afirmó Collarte, se buscará visitar al menos en seis ocasiones en el año.

“Desde mayo estamos aplicando un nuevo modelo. Estamos fiscalizando más y mejor en diferentes aspectos que, a veces por años, no se sancionaban. Desde 2009 a la fecha hemos prácticamente duplicado las visitas a establecimientos donde se visualiza por ejemplo, los certificados de título de los profesores, su idoneidad, la infraestructura (del establecimiento), la asistencia en el libro de clases, las posibles deudas previsionales, los bonos o aguinaldos que muchas veces no se les cancelan a los profesores, en fin; la idea como digo es fiscalizar en forma más rigurosa”, afirmó Collarte, que además precisó que si a nivel nacional hay 400 colegios que están ‘condicionales’ por infracciones de distinto tipo a la normativa, en la región se cuentan 20 establecimientos en dicha situación.

La seremi finalizó su visita destacando el nivel de cumplimiento del colegio San Antonio y con felicitaciones a su director, Juan San Martín, y su equipo directivo y docente.

CUMPLIMIENTOS Y PLAZOS

Además de los aspectos mencionados por Collarte, se fiscaliza también que la asistencia esté registrada en los libros de clases, que en una sala de clases la matrícula no puede superar los 45 alumnos, se confirma la existencia del Reglamento Interno en que entre otras cosas se especifique la actuación en casos de maltrato escolar. A ello se suma que exista la habilitación, funcionamiento y limpieza de cocina, comedor y bodega de alimentos; que haya servicios higiénicos en buen estado y separados para los niños de prebásica cuando corresponda, etc.

Un punto esencial del nuevo modelo y que se ha aplicado exitosamente en la región tiene que ver con la oportunidad y celeridad de todo el procedimiento de visitas, informes y resoluciones. En 2009, desde la inspección hasta que llegaba la eventual sanción, la tardanza era en promedio de más de seis meses, e incluso años. En 2011 se llegó a un promedio de 75 días y para este año se redujo a 45 días los procesos ordinarios y 7 días para los procesos sencillos.

En cuanto a las multas, en 2009 el monto de éstas en el Maule llegó a 330 millones de pesos, producto de discrepancias en la asistencia, y ya en 2011 a más de 400 millones de pesos, cifras que podrán variar sustantivamente una vez que se cierre el período 2012 con vigencia del nuevo y más estricto modelo.

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