Por: Claudio Montalva Avendaño, Secretario Distrital PDC Talca

Muchos chilenos observamos con atención lo que ocurría en vivo y en directo el pasado lunes cuando todos los canales de televisión nos anunciaban con grandes titulares lo que ya todos sabíamos que ocurriría, el tan anunciado cambio de gabinete.

Periodistas corrían de un lado para otro tratando de confirmar visualmente si los datos de sus fuentes fidedignas se acercaban o no a la realidad, si aparecían los candidatos a Ministros por alguna de las entradas a Palacio o sólo serían especulaciones.

Finalmente, la mayoría de los periodistas acertó con sus pronósticos y en definitiva se cumplió el tan anunciado reordenamiento de la silla musical como se le ha llamado en reiteradas ocasiones, y terminaron ya en forma grosera saliendo del Congreso dos connotados Senadores para asumir cargos de Ministros, como si las frases ya acuñadas se hicieran más patentes que nunca “otra cosa es con guitarra”, donde se ha dejado en claro la incapacidad del Gobierno de recurrir a sus militantes o seguidores para asumir cargos de alta responsabilidad pública, y “no tienen equipo para asumir el Gobierno” aduciendo la falta de nombres con experiencia y liderazgo para poner sus rostros en pos del desarrollo de los diversos Ministerios.

Sin embargo, el gran llamado cambio de Gabinete ha dejado a lo menos dos grandes preocupaciones para el país y sus ciudadanos:

Primero, lo que se ha hecho costumbre de desvestir un santo para vestir otro, vale decir sacar a Senadores para que asuman carteras ministeriales, esto que alguna vez pareció ser una situación puntual y en la que la mayoría estuvo en desacuerdo, caso Toha-Harboe, hoy es algo demasiado común, poniendo en entre dicho la legalidad y la validez que representa nuestro trasnochado sistema electoral.

Reconocer que el sistema binominal es un absoluto fracaso y una muestra limpia y pura de la carencia democrática de quienes hicieron la Constitución del 80, privilegiando una política del empate por sobre el desarrollo de la representación popular, con el sólo fin de mantener el equilibrio Parlamentario y evitar la modificaciones de diversos cuerpos legales.

Está claro que los cargos de elección popular son para ser servidos y representar a los electores, y no para ser abandonados por cualquier otro tipo de razón, y aquí debiese legislarse con fuerza y rapidez, inhabilitando de por vida a cualquier parlamentario que deje su cargo, no permitiéndosele volver a postular a ningún otro cargo.

No es posible, que mañana asuma como Senador cualquier persona que no tenga un solo voto en la Circunscripción que representará, y que más encima no sea del gusto de los electores. Esto se puede transformar en un vicio sin control.

Pero segundo y más grave aún, cuando el Presidente de la República opta por hacer el cambio de Gabinete, no lo hace pensando en el bien del país ni mucho menos en buscar alternativas para mejorar la gestión pública, sino que con la presión de los partidos políticos de la Alianza que lo han obligado a blindar a sus precandidatos Presidenciales, pasa Golborne al Ministerio de Obras Públicas, en el cual por lo general no hay muchos conflictos y si se tiene una billetera lo suficientemente abultada para destinar recursos a mega proyectos emblemáticos y cortar cuanta cinta exista; y por otro lado, sacar a Lavín del Ministerio de Educación, foco del conflicto de los últimos meses, donde no sólo tuvo incapacidad de afrontar, sino que además, nunca fue capaz de responder a las acusaciones de doble estándar sobre el tema del lucro en la Educación, y fue redestinado a Mideplan, Ministerio sin bulla y eje de la agenda social del Gobierno, vale decir, lo cuidarán un poco para que siga vigente en caso de que Golborne no prenda lo suficiente.

Y la gente se sigue preguntando, y qué pasa con la reconstrucción, qué pasa con los establecimientos educacionales dañados por el terremoto, qué pasa con la “gran reforma educacional”, qué pasa con los empleados públicos, qué pasa con el postnatal, en qué quedó el 7% de rebaja en salud para los jubilados?.

Tiene razón señora, señor, jóvenes de Talca, no pasó nada, simplemente porque al parecer era más importante ganar el gallito de mantener al Ministro del Interior, proyectar candidatos presidenciales y reírse cuando les preguntan por los nombramientos de los nuevos Senadores, total si la gente ya ha esperado 2 años, seguramente deberemos seguir esperando lo que queda de la nueva forma de Gobernar.

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