Académico UTalca plantea que ciudades deberían avanzar en proyectos de Smart City y Wi-Fi abierto

Hablar de sistemas de Wi-Fi gratuitos en el mundo nos traslada a ciudades como Nueva York o Vancouver, así como algunas a urbes europeas y asiáticas, que cuentan con sistemas de conexión a internet abiertos a la comunidad, que permiten a sus habitantes contar con una alternativa de acceso mayor a la información, servicios y conocimiento que existe en la red.

Estas iniciativas que fueron creadas principalmente como un aporte al turismo, pueden tener un alcance mayor, según el director del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Talca, César Astudillo, en particular considerando la época que vivimos. “El uso de Wi-Fi abierto a la comunidad aporta a la democratización de la información y en este período de pandemia da una opción adicional a los estudiantes de contar con una forma de acceso libre a sus clases o material educativo. De esta manera se reduce la brecha digital y se fomenta el acceso a nuevas tecnologías”, precisó.

“Estamos en plena revolución industrial 4.0, donde la inequidad social se puede acortar a través del acceso al conocimiento. Internet está lleno de información de calidad y gratuita, por lo que garantizar el acceso a ella potencia la posibilidades de crecimiento de la comunidad, independientemente del nivel socioeconómico de cada persona”, señaló.

El académico explicó que junto con solucionar el problema de conexión de estudiantes, estos sistemas aportan al desarrollo económico local, ya que pueden ser una alternativa para pequeños empresarios que realizan reparto y no cuentan con planes de acceso a Internet o cuya velocidad es muy limitada.  “Son muchas las áreas que pueden ser beneficiadas, puede ser un impulso importante para el turismo, ya que, por lo general, los visitantes internacionales no cuentan con planes de acceso a internet en la ciudad que visitan, un plus que redunda en favor del comercio local”, comentó.

 

Sistemas

En el caso del acceso a un sistema de Wi-FI abierto, las ciudades requieren de una red de antenas que tienen una cobertura limitada, pero que en conjunto logran cubrir grandes extensiones de la ciudad. El tema, de acuerdo al profesor de la UTalca, es cómo lograr financiar un proyecto de esta naturaleza, ya que se requiere una fuerte inversión en infraestructura y servicios de mantención de los equipos, además de la definición del proveedor del servicio de Internet.

“Muchas ciudades en el mundo han resuelto esta situación mezclando inversión pública con publicidad de empresas privadas, lo que es una manera de reducir los costos del sistema”, sostuvo y añadió que esto no afecta significativamente a las compañías de servicios de internet, ya que normalmente estas conexiones son utilizadas por personas que no pagarían por un servicio particular, considerando que la velocidad de descarga es menor a la que una persona puede contratar, pero que da la posibilidad de acceder a los recursos digitales.

En Chile desde hace algunos años se trabaja en sistemas como estos. Un ejemplo es el proyecto de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) denominado “Wi-Fi ChileGob”, que apunta a entregar conexión gratuita a las personas en diversas ciudades. La idea es que los usuarios puedan conectarse por 30 minutos con posibilidad de reconexión. Astudillo señala que este tipo acciones pueden aportar cuando funcionan adecuadamente y platea que deberían extenderse con las nuevas tecnologías existentes.

 

Ciudades Inteligentes

“La revolución de la Internet de las cosas (Internet of things – IoT) permite asignar direcciones de internet o IP a diversos elementos de la ciudad, lo que facilita conectar todo de manera inteligente para realizar tareas que nos benefician como sociedad”, argumentó el académico, considerando con esto, no solo el acceso a Wi-Fi libre sino también el desarrollo de un concepto denominado ‘Ciudades Inteligentes’ o en inglés ‘Smart Cities’.

Un ejemplo de una aplicación relacionada a este concepto lo podemos encontrar en la implementación de sistemas de seguridad a través de cámaras, que en muchas ciudades chilenas ya se encuentran instaladas. A estos aparatos se les incorporan aplicaciones que trabajan con inteligencia artificial para lograr reconocimiento facial de personas. Otro caso es el de la medición de temperatura a través de cámaras térmicas, que ha causado gran atención en la comunidad debido al Coronavirus y que en algunos centros comerciales ya está siendo implementada. Pero las aplicaciones son muchas y cada vez más sofisticadas, a través de sistemas de geolocalización, las personas podrían saber donde existe un estacionamiento disponible o saber si un bus de recorrido local está acercándose al paradero donde debemos tomarlo.

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