11 hábitos de belleza que te están haciendo envejecer

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Nos gusta vernos bien, sentirnos guapas y probablemente hagamos muchas cosas para que así sea, pero a veces no somos conscientes de que algunos de nuestros hábitos diarios nos están haciendo envejecer prematuramente, y eso no es lo que queremos, ¿verdad?

Para intentar ponerle remedio te dejamos una master class exprés con 11 hábitos que se deben evitar si no quieres verte dentro de unos años como la abuelita de “Algo pasa con Mary”.

No desmaquillarse correctamente

Vale, lo sabemos, desmaquillarse probablemente sea uno de los momentos más pesados del día y más aún si estamos cansadas, pero limpiarse el rostro tras la jornada es completamente obligatorio tanto para eliminar el maquillaje como la polución.

Si no lo hiciésemos, rápidamente notaríamos los efectos nocivos como el envejecimiento prematuro, las arrugas, pérdida de luminosidad, poros sucios y deshidratación.

Te pasas con la limpieza

Tan malo es tener una limpieza y desmaquillado incorrecto como pasarse con la limpieza, sobre todo las personas que tengan una piel seca y con tendencias a las deshidratación ya que lo que conseguirán es agudizar este problema si se exceden a la hora de mantener la piel limpia.

Por ejemplo, si se ha realizado una limpieza adecuada por la noche no es necesario hacerlo por la mañana ya que eliminaremos los aceites imprescindibles para mantener el manto hidrolipídico a raya.

No usar protección Solar

¿Cuántas veces has oido eso de que el mejor producto antienvejecimiento es una crema de protección solar? Pues lo cierto es que así es, utilizar crema con protección solar todos los días previene el envejecimiento de la piel.

No solo se evitan las quemaduras o el cáncer de piel sino que es la mejor forma de luchar contra los radicales libres y las manchas producidas por el sol. La diferencia entre usar protección y no hacerlo también se notará con el paso de los años en el estado de la piel.

Malas posturas al dormir

Esto ya lo hemos comentado en alguna ocasión, sí amigas, dormir nos produce arrugas, bueno más exactamente las posturas que adoptamos al dormir. Por ejemplo, si dormimos de lado los hombros se relajan y hace que la piel del escote se arrugue. La verdad que es terrible porque es nuestro momento de descanso, de no pensar en nada, de regeneración y resulta que nuestro escote es el mayor perjudicado, así sin comerlo ni beberlo…

Porque una cosa es que nos salgan arrugas de reirnos y otra que solo por dormir nos salgan arrugas, oye me cuesta aceptarlo. La solución pues dormir boca arriba al menos el máximo tiempo posible, con el tiempo os iréis acostumbrando algo que no solo os agradecerá vuestro escote sino también vuestro rostro.

Salir de casa sin las gafas de sol

Tan importante es proteger nuestra piel de las radiaciones solares como proteger nuestros ojos y así evitar cualquier daño. Pero en cuestiones estéticas usar gafas de sol hará que frunzamos menos el ceño y los ojos por consiguiente evitaremos así las arruguitas prematuras por gesticular.

Stop agua caliente

Durante el invierno no hay cosa que apetezca más que una buena ducha caliente, pero la realidad es que no es tan bueno para la piel, sobre todo para las pieles más reactivas que son las que más sufren y encima produce flacidez.

Así que lo más recomendable es hacerlo con agua templada y alternar con chorros fríos.

Beber poca agua

Si un 70% de nuestro cuerpo está formado de agua es evidente que necesitamos consumir agua diariamente, lo recomendable es de litro y medio a dos diarios para mantenernos hidratados, algo que por supuesto se verá reflejado también en la piel. Conseguiremos que ésta se vea mucho más bonita y sana. Ah, y las infusiones, las sopas y los zumos también cuentan.

Tomar demasiado el sol

Tomar el sol y sobre todo abusar de él hará que la piel envejezca de forma prematura, los radicales libres oxidan las células y acelera el envejecimiento, produciendo flacidez, arrugas y manchas.

Además, la piel tiene memoria por lo que puede que ahora te veas bien y dentro de unos años la piel te recordará los excesos solares y comiencen a salir problemas como el fotoenvejecimiento o peor aún, cáncer de piel.

Así que lo más importante es no abusar del sol y cuando lo tomemos hacerlo con una alta protección solar.

Abusar de los polvos translúcidos

Mira que el maquillaje puede hacer mucho a la hora de vernos más guapas, pero hacer un mal uso del mismo o utilizar productos que no nos convienen por nuestro tipo de piel puede hacer que el resultado sea todo lo contrario a lo que buscamos, por ejemplo abusar de los polvos sueltos o de polvos bronceadores no te harán verte más guapa sino una piel más envejecida, viéndose más seca, acentuando así todos los defectillos como poros, pielecitas, el vello facial y arrugas.

En el caso de los polvos bronceadores, un ligero toque está bien pero una piel demasiado bronceada pierde frescura y suma años.

Iluminador sobre poros dilatados

A la hora de maquillarse hay que tener en cuenta el estado de la piel, por ejempo las personas que tiene el poro dilatado deben evitar los iluminadores en esa zona, principalmente porque remarcarían más el problema y la piel no se vería bonita.

Mucho mejor aplicar una prebase que unifique la piel y aplicar un poco de blush.

Ser perezosas con la crema hidratante

A veces bien por prisas o bien por pereza dejamos un poco de lado la hidratación corporal, un sencillo gesto que nuestra piel lo agradecerá no solo a largo plazo sino por el confort inmediato que aporta, sobre todo las pieles que tienen más tendencia a escamarse.

Además, con las texturas tan fluidas y de rápida absorción que encontramos en el mercado ya no hay excusa.

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