Tras aprobarse idea de legislar de la reforma a la educación superior: “Es una buena noticia para el sistema”

Rector Álvaro Rojas señaló que de no haber prosperado la tramitación de este cuerpo legal, hubiese sido una “vuelta de espalda” a las familias chilenas.

Como una “buena noticia” calificó el rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, la aprobación en la Cámara de Diputados de la idea de legislar sobre el proyecto de reforma a la Educación Superior, que se encontraba estancado en el Parlamento desde hace nueve meses.

“Es una buena noticia para el sistema de educación superior en su conjunto, no obstante el proyecto puede ser mejorado y enriquecido por la discusión parlamentaria”, expresó.

La autoridad universitaria agregó que no haberle dado luz verde, hubiese sido “una situación muy, muy grave”. “Los caprichos personales que puedan existir no pueden ser discutidos en ese nivel”, acotó.

“En una sociedad democrática el Parlamento es la instancia donde se deben resolver las diferencias y discrepancias. La idea de legislar es -tal como dice la expresión-, la oportunidad de hacer una discusión respecto de un proyecto que puede ser modificado. Hubiese sido una vuelta de espalda a un sistema que tiene una gran desregulación y que exige que las familias tengan mucha claridad respecto de lo que es un bien anhelado por todos: la educación”, profundizó.

Tras destacar que este cuerpo legal “regula en forma razonable los temas de calidad e institucionalidad”, Rojas recordó que en los próximos días debe ingresar al legislativo la iniciativa dirigida a fortalecer las universidades estatales.

En cuanto a esta última iniciativa, sostuvo que “hemos hecho una discusión bastante buena, en general, tenemos un grado de apoyo, de consenso, bastante razonable respecto de la que es la iniciativa que hasta el momento hemos conocido”.

A juicio de Rojas, “esos dos proyectos pueden provocar un cambio en el sentido positivo de lo que es hoy día el panorama de la educación superior, toda vez que por lo menos reconoce el Estado su rol respecto de sus instituciones y les da facilidades para que puedan ser más ágiles en su gestión y modernizar sus estatutos y, por otra parte, regula un sistema que está tremendamente desregulado y que tiene enormes costos para las familias y los estudiantes, ya que no discrimina adecuadamente lo que es la calidad dentro de las instituciones”.

ACREDITACIÓN

En tanto, el rector de la UTALCA dijo que si bien es positivo el establecimiento de criterios más estrictos para obtener la acreditación, que será obligatoria para todas las instituciones, advirtió que se debe revisar el plazo señalado para ello.

“Es una buena señal para las familias chilenas que el sistema exija que todas las universidades se acrediten. No obstante, la Ley es muy permisiva en el sentido que da plazo hasta el año 2040 para poder acreditar todas las áreas adecuadamente, o sea hay una moratoria casi de 20 años que creo que el Parlamento debe revisar porque es excesivamente larga”, observó.

En cuanto al efecto que tendrán las nuevas exigencias en las propias casas de estudio, Álvaro Rojas desestimó que haya cambios mayores en aquellas universidades que están “bien acreditadas”, anticipando un mayor impacto “en aquellas de menor desarrollo que han basado su estructura de financiamiento en la masificación de títulos y en transformar la educación en una suerte de commodity profesional”.

CAE

La autoridad universitaria también valoró el compromiso del gobierno de eliminar el cuestionado Crédito con Aval del Estado (CAE).

“Con ello asume una enorme responsabilidad al comprometer ahora un instrumento público, un sistema no bancario de financiamiento, a todos aquellos estudiantes que van a estar en instituciones que no están acogidas al sistema de gratuidad. Espero que las exigencias tanto para los alumnos como de las instituciones sean mayores que el actual sistema, que hoy día prácticamente no tiene ninguna limitación”, comentó.

Dado que en las universidades estatales las repercusiones de esta medida serán menores por cuanto se encuentran acogidas al mecanismo de la gratuidad, Rojas centró sus expectativas en este último instrumento.

“Esperamos que tal como se comprometió, el año 2018 tengamos ya seis deciles de financiamiento y que en el curso de los próximos años podamos atender a los 7 deciles, el 70%, que en esencia es casi el 90% de nuestra matricula. En ese sentido, nuestra Universidad estaría financiada vía gratuidad, haciendo hincapié en que los costos de hacer universidad se incrementan progresivamente, hay que tener mucha flexibilidad en aspectos de gestión y eso no tiene una tasa de crecimiento del IPC”, observó.

En línea con lo anterior, Rojas dijo esperar que “en el mediano plazo el financiamiento de las universidades estatales no sea exclusivamente fundado en gratuidad sino también tengamos la posibilidad de hacer avances significativos que obviamente tienen que conversarse con el ministerio en lo que son los denominados compromisos de desempeño”.

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