Sustentabilidad en invierno: té versus café

Con el objetivo de generar conciencia respecto de las consecuencias del consumo de bebidas calientes, el Centro de Producción y Consumo Sustentable de Fundación Chile comparó los dos bebestibles más populares durante el invierno: el té y el café.
El té representa un impacto ambiental menor que el del café, dado que genera 50% menos en emisiones de CO2 y, del mismo modo, utiliza 31% menos energía.
Llegó el invierno y el consumo de bebidas calientes se hace cada vez más necesario para lidiar con la fría estación. Dentro de las bebidas más consumidas en Chile se encuentran el té y el café, pero no existe una preocupación por el impacto ambiental y social que generan. En este sentido, Fundación Chile, a través del Centro de Consumo de Producción y Consumo Sustentable, realizó un análisis del ciclo de vida de estos productos, donde una taza de té de 250 ml tiene emisiones de CO2 50% menores que una taza de 100ml de café filtrado. Además, la taza de té consume 31% menos de energía que la del café.
En estos productos se destacan las emisiones de gases de efecto invernadero, las que son provocadas por un alto consumo de energía y aplicación de fertilizantes. Además, existe una transformación de suelo que puede tener fuertes impactos en biodiversidad y erosión. Por otro lado, dentro de los temas sociales está la salud y seguridad de los trabajadores, los derechos laborales y el acceso a oportunidades para pequeños agricultores.
En este sentido, la analista del Centro de Producción y Consumo Sustentable de Fundación Chile, Mariana Aguirre señaló que “la sustentabilidad es un tema que también deberíamos incluir en nuestra decisión de compra, y más aun considerando que se trata de productos agrícolas, los que se caracterizan por tener impactos ambientales y sociales importantes”.
En términos generales y considerando todo el ciclo de vida de ambos productos, el té es más sustentable que el café, principalmente por el consumo de energía, gases de efecto invernadero y uso de agua a lo largo de la cadena de valor. Por su parte, el mayor consumo de energía y las emisiones de CO2 del café se encuentran relacionados al importante grado de procesamiento que poseen los granos.
Sin embargo, el consumidor tiene la oportunidad de mejorar la sustentabilidad de ambos productos, puesto que el mayor impacto proviene en la fase de uso. En otras palabras, al preparar té o café se puede tener en cuenta la energía que se utiliza y, asimismo, ser eficiente con el consumo de agua al momento de lavar la taza.
En tanto, para reducir el impacto al momento de consumir estos productos la especialista enfatizó que con pequeñas acciones se pueden lograr grandes resultados. “Tratar de consumirlos en tazas que puedan volver a ser utilizadas, evitando el uso de vasos desechables como cartón o plumavit. Además, utilizar tetera en una cocina con quemadores a gas en lugar del hervidor eléctrico, esto debido a que la tetera es más eficiente que los hervidores eléctricos, dado que el proceso de convertir combustible en electricidad es poco eficiente”, explicó.
Asimismo, la profesional de Fundación Chile recomienda fijarse en las certificaciones que contienen los envases de té y el café. Por ejemplo, existen marcas que cuentan con una etiqueta Rainforest Alliance, certificación internacional que asegura que dicho producto es producido de manera sustentable. De igual forma, existen otras etiquetas que incluyen temas sociales como Fairtrade, que ratifica que los agricultores reciben sueldos éticos por lo que producen. En este contexto, Aguirre aseguró que “es importante buscar estos sellos y etiquetas al momento de comprar, con el objetivo de familiarizarse con estos productos y premiarlos, dado que existe un trabajo muy importante detrás de estos”.

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